L’Oréal Groupe ha liderado el camino en el desarrollo de piel humana reconstruida en laboratorio como alternativa a las pruebas en animales desde 1989. Esta innovadora tecnología ya está disponible para gobiernos, organizaciones y empresas, permitiendo la realización de ensayos clínicos sin necesidad de utilizar seres vivos.
Un paso hacia el fin de las pruebas en animales: cifras alarmantes y leyes en contra
Las cifras relacionadas con las pruebas en animales son alarmantes. Según Humane Society International, más de medio millón de animales mueren cada año como resultado de experimentos cosméticos. Afortunadamente, la legislación está avanzando: hasta junio de 2024, más de 40 países han aprobado leyes que prohíben el uso de animales en pruebas dermatológicas y farmacológicas, lo que representa un cambio positivo hacia el fin de la crueldad animal en el ámbito de la belleza y la salud.
Origen de las pruebas en animales y la presión por alternativas éticas
El uso de animales para pruebas cosméticas comenzó a mediados del siglo XX después de un trágico incidente en el que una mujer quedó ciega debido a un producto defectuoso. En 1938, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó la normativa que obligaba a las pruebas en animales para garantizar la seguridad de los productos cosméticos, un modelo que rápidamente fue adoptado por otros países. Sin embargo, las organizaciones sin fines de lucro y activistas como PETA empezaron a impulsar movimientos anti-testeo. Esto dio paso a la promoción de los principios de las Tres R: reducción, refinamiento y reemplazo, que buscan minimizar el uso de animales o sustituirlos por métodos más humanos y éticos.
Hoy, el desarrollo de alternativas como la piel humana reconstruida es clave para alcanzar los objetivos de sustentabilidad establecidos por la ONU.
L’Oréal Groupe y la innovación en la piel humana reconstruida
Desde 1989, L’Oréal Groupe ha trabajado incansablemente para erradicar las pruebas en animales. La compañía fue pionera en esta área, mucho antes de que la legislación lo exigiera en la Unión Europea en 2003. En 1979, la empresa EpiSkin desarrolló el primer modelo de epidermis humana reconstruida, y en 1997 se incorporaron células de Langerhans, esenciales para la evaluación de la corrosión en la piel.
EpiSkin, ahora parte de L’Oréal, se ha establecido como líder mundial en ingeniería de tejidos y no solo sirve a la industria cosmética. La tecnología de piel humana reconstruida ha sido adoptada por sectores como la industria juguetera, farmacéutica, de dispositivos médicos y agroquímicos, permitiendo la creación de pruebas de seguridad sin recurrir a animales.
Expansión internacional y el futuro de las pruebas éticas
La tecnología EpiSkin ha trascendido fronteras. Según Vanja Dakic, directora general de EpiSkin Brasil, los modelos avanzados de piel humana reconstruida ya se producen en Brasil, tras un intenso proceso de capacitación en Francia. Esta expansión es un paso crucial, pues ha permitido a L’Oréal probar productos para Latinoamérica sin la necesidad de realizar pruebas en animales.
L’Oréal Groupe cuenta con tres centros especializados en tecnología EpiSkin: en Lyon (Francia), Shanghái (China) y Río de Janeiro (Brasil). Estos centros utilizan herramientas avanzadas como modelización molecular, toxicología experta y técnicas de imagen para mejorar la seguridad y eficacia de los productos, acelerando la investigación y reduciendo los plazos de comercialización.
Innovaciones continuas: piel humana bioimpresa y vascularizada
Desde 2004, la OCDE aprobó el método de piel reconstruida de EpiSkin como reemplazo de las pruebas de corrosión en la piel. L’Oréal no solo ha revolucionado la cosmética, sino también otras industrias, como la farmacéutica y la juguetera, mediante el uso de piel humana reconstruida para realizar pruebas de seguridad.
En los últimos años, L’Oréal ha dado pasos innovadores con el desarrollo de modelos 3D de piel humana bioimpresa y vascularizada. Estos avances son cruciales para la creación de productos más responsables y sustentables. Dakic resalta: “Nuestro objetivo no solo es producir tejidos humanos, sino también garantizar un futuro libre de crueldad animal.”
El compromiso de L’Oréal con la sostenibilidad y la investigación
Con una inversión anual de mil millones de euros en investigación e innovación, L’Oréal Groupe continúa fortaleciendo su compromiso con el desarrollo de modelos de piel artificial cada vez más sofisticados. Esta iniciativa representa el futuro de las pruebas cosméticas, abriendo la puerta a nuevas industrias que apuestan por productos éticos y sustentables.
Con su continuo esfuerzo en la creación de modelos 3D y la expansión global, L’Oréal se posiciona como un líder no solo en belleza, sino también en la promoción de un mundo libre de crueldad animal.