Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) ha revelado información fascinante sobre cómo el cerebro de las mujeres envejece de manera más saludable que el de los hombres. La investigación destaca el papel de un gen ubicado en el segundo cromosoma X de las mujeres, el llamado “cromosoma X silencioso”, que podría ser clave para entender por qué las mujeres tienen menos déficit cognitivo y viven más años en promedio que los hombres.
El rol del cromosoma X en el envejecimiento cerebral
Las mujeres tienen dos cromosomas X, pero uno de ellos permanece inactivo durante la mayor parte de su vida, formando lo que se conoce como el corpúsculo de Barr. Este cromosoma X “silencioso” se queda dormido en muchas de las células del cuerpo, sin intervenir en las funciones diarias de la mujer, hasta que llega a la vejez.
En un experimento realizado en ratones, los científicos encontraron que este segundo cromosoma X se activa al alcanzar la vejez. Este fenómeno, similar a lo que ocurre en los humanos alrededor de los 65 años, desencadena la expresión de genes beneficiosos que refuerzan las conexiones del cerebro y mejoran la cognición.
¿Por qué el cerebro de las mujeres envejece mejor que el de los hombres?
La profesora Dena Dubal, especialista en envejecimiento y enfermedades neurodegenerativas, explicó que, durante el envejecimiento, el cerebro femenino parece tener una ventaja, ya que muestra menos déficits cognitivos en comparación con el de los hombres. Según la investigación, el cromosoma X silencioso se activa más tarde en la vida de las mujeres, lo cual probablemente ayuda a frenar el deterioro cognitivo asociado con la edad.
El descubrimiento del gen PLP1 y su impacto en el cerebro
Uno de los avances más interesantes del estudio fue el hallazgo del gen PLP1, que parece ser el responsable de esta ventaja cognitiva. Este gen, presente en el cromosoma X, está relacionado con la producción de mielina, una sustancia que recubre las neuronas y es esencial para una transmisión eficiente de los impulsos nerviosos en el cerebro.
Los investigadores observaron que los ratones hembra más viejos tenían niveles más altos de PLP1 en el hipocampo, una región cerebral clave para la memoria y el aprendizaje, en comparación con los machos de la misma edad. Esto sugiere que el PLP1 proveniente del segundo cromosoma X podría ser fundamental para mantener el cerebro de las mujeres en condiciones óptimas durante el envejecimiento.
¿Qué significa este descubrimiento para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas?
Para confirmar si el PLP1 realmente tiene un impacto positivo en la cognición, los científicos decidieron expresar artificialmente el gen PLP1 en el hipocampo de ratones viejos, tanto machos como hembras. Los resultados mostraron que la presencia adicional de PLP1 mejoró significativamente el rendimiento de los ratones en pruebas de memoria y aprendizaje, lo que refuerza la hipótesis de que este gen tiene un papel clave en la protección del cerebro contra el envejecimiento.
Posibles aplicaciones en la salud humana
El siguiente paso para los investigadores de la UCSF será determinar si el segundo cromosoma X también se activa en las mujeres humanas al llegar a la vejez, tal como sucede en los ratones. Los primeros análisis de tejido cerebral de adultos mayores de ambos sexos han mostrado que solo las mujeres presentan niveles más altos de PLP1 en áreas del cerebro similares a las observadas en los ratones.
Esto abre la posibilidad de diseñar tratamientos que amplifiquen la expresión de genes como el PLP1 para prevenir o frenar el deterioro cognitivo, sin importar el sexo del paciente.
Conclusión: El futuro de la salud cognitiva
Este descubrimiento sobre el cromosoma X y el gen PLP1 podría marcar un avance significativo en la comprensión de cómo el cerebro envejece y, potencialmente, en el desarrollo de nuevas estrategias para tratar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. La doctora Dena Dubal expresó que este hallazgo no solo nos enseña sobre el envejecimiento cognitivo, sino que también abre nuevas puertas para intervenciones médicas que podrían transformar el tratamiento de la salud cerebral a lo largo de la vida.
El estudio pone en evidencia que el envejecimiento cerebral no tiene que ser inevitable, y que, con el conocimiento adecuado, es posible prevenir y revertir ciertos efectos negativos del paso del tiempo en el cerebro humano.