NASA descubre 26 nuevas bacterias extremófilas en salas limpias de misión espacial

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24 mayo, 2025
| Tecnología
Salud FM
Foto: Microbiome bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International
Investigadores de la NASA y KAUST hallan 26 especies bacterianas inéditas en salas limpias, con genes que les permiten sobrevivir en entornos estériles y condiciones espaciales

Descubren 26 nuevas especies de bacterias en salas blancas de la NASA: un hallazgo clave para la exploración espacial

Un equipo internacional de científicos, encabezado por investigadores del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA y la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST) en Arabia Saudita, ha identificado 26 nuevas especies de bacterias en las salas limpias utilizadas por la agencia espacial estadounidense. Este descubrimiento fue publicado recientemente en la revista Microbiome y ha generado gran interés en la comunidad científica por sus posibles implicaciones en futuras misiones espaciales.

Qué son las salas blancas de la NASA y por qué son tan importantes

Las llamadas salas blancas o limpias son espacios altamente controlados y esterilizados donde se ensamblan y preparan las naves espaciales. Están diseñadas para evitar cualquier tipo de contaminación microbiana que pudiera comprometer los experimentos o provocar la introducción accidental de microorganismos en otros planetas.

Estos ambientes cuentan con sistemas de filtración de aire que eliminan hasta el 99.97 % de las partículas presentes, además de mantener estrictos controles de temperatura, humedad y flujo de aire. Todo aquel que accede debe usar trajes protectores especiales y pasar por procesos de descontaminación rigurosos.

Las bacterias encontradas son extremófilas y podrían sobrevivir en el espacio

Los científicos lograron aislar 53 cepas bacterianas, correspondientes a 26 especies nuevas, capaces de sobrevivir en este tipo de ambientes extremadamente limpios. Lo sorprendente es que muchas de ellas poseen genes que les permiten resistir condiciones similares a las del espacio exterior.

De las cepas aisladas, 33 se detectaron antes de que la nave Phoenix llegara a la sala limpia; siete durante las etapas de ensamblaje y pruebas, y 13 se recolectaron del suelo tras el traslado del vehículo para su lanzamiento. Esto confirma que no tienen un origen extraterrestre, sino que se desarrollaron en la Tierra, adaptándose a entornos altamente hostiles.

Qué revelan los análisis genéticos sobre estas bacterias

Al estudiar el ADN de las nuevas especies, el equipo descubrió que muchas presentan genes relacionados con la reparación del ADN, la desintoxicación de compuestos químicos nocivos y la optimización del metabolismo. Estas características podrían explicar su capacidad para sobrevivir tanto en las salas blancas como en las condiciones del espacio.

Importancia para la bioseguridad espacial y la prevención de contaminación interplanetaria

Según Alexandre Soares Rosado, líder del estudio en KAUST, el objetivo principal fue “comprender el riesgo de transferencia de extremófilos durante las misiones espaciales” y prevenir la colonización accidental de otros cuerpos celestes. Esta investigación permite a agencias como la NASA mejorar sus protocolos de bioseguridad y monitorear de forma más eficaz los riesgos de contaminación.

Posibles aplicaciones biotecnológicas de las bacterias descubiertas

Además de su relevancia para la exploración espacial, los genes identificados en estas bacterias podrían tener usos innovadores en diversos sectores. Júnia Schultz, investigadora posdoctoral en KAUST, explicó que estos microorganismos podrían aportar avances en medicina, conservación de alimentos e industrias biotecnológicas.

Un hallazgo que coincide con descubrimientos similares fuera de la Tierra

Este estudio adquiere aún más importancia tras el reciente hallazgo de Niallia tiangongensis, una bacteria desconocida detectada en la estación espacial china Tiangong, que sobrevivió en condiciones de microgravedad en los controles de la cabina.

Colaboración internacional para ampliar los límites de la ciencia y la astrobiología

Kasthuri Venkateswaran, científico retirado del JPL y autor principal del estudio, subrayó que la alianza entre la NASA y KAUST representa un modelo de colaboración científica para el futuro. “Juntos estamos desvelando los secretos de microorganismos capaces de resistir condiciones extremas, con un potencial transformador para la biología, la ingeniería genética y la exploración del universo”, concluyó.

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