Un estudio reciente revela que la caminata diaria mejora funciones cognitivas y reduce el riesgo de Alzheimer, especialmente en personas con predisposición genética.
Un estudio reciente revela que los carotenoides presentes en alimentos como jitomate, zanahoria y espinaca pueden ayudar a proteger el cerebro y disminuir la probabilidad de desarrollar Alzheimer