El aumento de trastornos alimentarios en adolescentes tras la pandemia

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17 febrero, 2025
| Salud mental
Salud FM
Foto: adipa
Los trastornos alimentarios en adolescentes han aumentado desde la pandemia. Reconocer sus señales a tiempo es clave para intervenir y prevenir consecuencias graves

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son un problema creciente entre los niños y adolescentes, especialmente después de la pandemia. En este contexto, el aumento de casos de anorexia nerviosa, bulimia y atracones ha sido notorio, y la edad de inicio de estos trastornos ha disminuido. En una sociedad obsesionada con la delgadez y marcada por la cultura de la dieta y la gordofobia, es crucial poder identificar estos trastornos a tiempo para intervenir de manera eficaz.

¿Por qué han aumentado los trastornos de la conducta alimentaria?

Desde la pandemia, el aislamiento y el uso masivo de redes sociales han creado un entorno ideal para que los jóvenes busquen control sobre la comida y su cuerpo. Además, el bombardeo constante de ideales estéticos que promueven un cuerpo “perfecto” ha llevado a que muchos se obsesion con perder peso, a veces como una forma de evadir los problemas emocionales derivados de la situación vivida. Los TCA son, en muchos casos, una respuesta disfuncional a traumas no procesados o dificultades emocionales.

Es importante recordar que estos trastornos tienen un alto componente genético, con un riesgo estimado de hasta un 60%. El entorno social y cultural también juega un papel fundamental en el desarrollo de estos trastornos. Vivimos en una sociedad donde la delgadez es vista como sinónimo de éxito, y la diversidad corporal es invisibilizada.

La edad de inicio de los trastornos de la conducta alimentaria ha bajado

Una de las preocupaciones más alarmantes es que los trastornos de la conducta alimentaria están afectando cada vez a edades más tempranas. En la actualidad, niños y adolescentes de tan solo 12 años pueden desarrollar un TCA, y los casos se presentan con mayor gravedad. Las estadísticas indican que más del 90% de quienes padecen estos trastornos son mujeres, ya que ser mujer es un factor de riesgo inherente para su desarrollo.

Señales para identificar un trastorno de la conducta alimentaria en niños y adolescentes

Es fundamental conocer las señales que pueden indicar que un niño o adolescente está experimentando un trastorno de la conducta alimentaria. A continuación, te presentamos algunos de los comportamientos más comunes que podrían alertarte:

Cambios en el comportamiento relacionado con la comida

  • Mayor preocupación por la comida: El interés en lo que se va a comer, cómo se va a preparar o incluso rechazar platos que antes les gustaban puede ser un signo de que algo no está bien.
  • Control excesivo sobre la comida y compras: Querer decidir qué comprar o planificar meticulosamente las comidas puede estar vinculado a una necesidad de control.
  • Evitación de comidas familiares o con amigos: Si el niño o adolescente comienza a rechazar comidas en grupo, especialmente en situaciones sociales que involucren comida, puede estar manifestando miedo a comer en público.

Comportamientos sospechosos durante las comidas

  • Acciones extrañas en la mesa: Como desmenuzar excesivamente la comida, beber mucha agua o tardar mucho tiempo en comer, pueden ser indicadores de ansiedad relacionada con la comida.
  • Aislamiento después de comer: Ir inmediatamente al baño después de las comidas o esconderse para evitar comer frente a los demás puede ser una señal de purgas o de la ocultación de trastornos alimenticios.

Conductas secretas y ocultación de alimentos

  • Esconder comida: Si tu hijo empieza a esconder comida en su cuarto o en su ropa, podría estar evitando comer ciertos alimentos o comiendo en secreto, lo que podría llevar a episodios de atracones.
  • Interés excesivo por la cocina: Algunos adolescentes disfrutan cocinando para los demás, pero no prueban los alimentos ellos mismos, lo que podría reflejar una relación disfuncional con la comida.

Cambios emocionales y físicos

  • Cambios de ánimo y comportamiento: Los trastornos alimentarios pueden causar cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, tristeza o apatía. Además, pueden estar más distraídos y tener dificultades para concentrarse.
  • Aumento de la actividad física: Algunos jóvenes se vuelven extremadamente activos, moviendo las piernas sin cesar o aumentando el ejercicio de manera desproporcionada.
  • Fluctuaciones en el peso: Un cambio repentino en el peso, ya sea pérdida o ganancia, puede ser indicativo de que algo no está funcionando bien. Es importante recordar que los TCA no siempre implican bajo peso, y pueden ocurrir en cualquier rango de peso corporal.

Autoaislamiento y críticas al cuerpo

  • Aislamiento social: Si el adolescente comienza a pasar mucho tiempo solo, a encerrarse en su habitación o a evitar hacer planes con amigos, esto puede ser una señal de alerta. El aislamiento también puede ser una consecuencia del trastorno.
  • Excesiva preocupación por el peso y la apariencia: Si tu hijo se pesa constantemente, critica su cuerpo o cambia su forma de vestir para esconderlo, es importante prestar atención a estas señales.

En los casos más graves, pueden ocurrir lesiones

En situaciones más extremas, algunos adolescentes pueden recurrir a autolesiones, como cortarse con objetos, para liberar el dolor emocional que sienten. Este comportamiento es peligroso y requiere atención inmediata.

¿Qué hacer si notas alguno de estos síntomas?

Este artículo no pretende sustituir el diagnóstico profesional, pero sí puede ser una herramienta para identificar posibles señales de trastornos de la conducta alimentaria. Si reconoces alguno de los comportamientos descritos, lo más recomendable es consultar con un especialista en trastornos de la conducta alimentaria lo antes posible.

La prevención es clave. Es importante crear un ambiente de comprensión y apoyo para los niños y adolescentes que puedan estar atravesando por estas dificultades. Además, como sociedad, debemos cuestionarnos por qué los jóvenes temen engordar y reflexionar sobre nuestra responsabilidad colectiva en la promoción de ideales poco realistas sobre la apariencia física.

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