La contaminación del aire eleva el riesgo de demencia, alerta nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud

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28 julio, 2025
| Salud mental
Un amplio análisis internacional confirma que la exposición prolongada a partículas finas, dióxido de nitrógeno y carbono negro aumenta la probabilidad de desarrollar demencia.

Contaminación del aire y su impacto en la salud: aumenta el riesgo de demencia según el mayor estudio hasta la fecha

La contaminación atmosférica no solo afecta los pulmones y el corazón. Un nuevo y exhaustivo estudio confirma que la exposición prolongada a ciertos contaminantes del aire puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar demencia. Este hallazgo ha encendido las alertas entre expertos en salud pública, quienes llaman a establecer normas de calidad del aire más estrictas.

Estudio internacional revela la conexión entre contaminación y deterioro cognitivo

Investigadores del Consejo de Investigación Médica de la Universidad de Cambridge realizaron el metaanálisis más completo hasta ahora sobre este tema. El estudio, publicado en la revista The Lancet Planetary Health, analizó datos clínicos de más de 29 millones de personas procedentes de 51 estudios diferentes, abarcando exposiciones a contaminantes durante un mínimo de un año.

Los tres principales contaminantes del aire que aumentan el riesgo de demencia

Los investigadores identificaron tres contaminantes comunes del aire exterior que están asociados de manera significativa con un mayor riesgo de padecer demencia:

  • PM2.5 (partículas finas menores a 2.5 micras)
  • Dióxido de nitrógeno (NO2)
  • Carbono negro (también conocido como hollín)

Estos contaminantes suelen generarse por la quema de combustibles fósiles y madera, tanto en procesos industriales como en automóviles y sistemas de calefacción.

¿Cuánto aumenta el riesgo de demencia con la exposición a contaminantes?

El estudio encontró lo siguiente:

  • Por cada incremento de 5 μg/m³ en la exposición a PM2.5, el riesgo de demencia aumenta en 1.08 veces.
  • Con un aumento de 10 μg/m³ de NO2, el riesgo se eleva 1.03 veces.
  • Un incremento de apenas 1 μg/m³ en la exposición al carbono negro se asocia con un aumento del riesgo de 1.13 veces.

Los autores advierten que estas cifras podrían ser conservadoras, ya que la mayoría de los estudios analizados se enfocan en poblaciones de países de altos ingresos y con poca diversidad étnica. Por ello, subrayan la urgencia de expandir la investigación a contextos más vulnerables y diversas regiones del mundo.

La demencia como problema global de salud, economía y bienestar

La demencia afecta actualmente a más de 57 millones de personas en el mundo, y cada año se diagnostican cerca de 10 millones de nuevos casos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La forma más común es el Alzheimer, que representa el 70% de los casos.

Esta enfermedad incurable y progresiva es hoy la séptima causa de muerte global y una de las principales razones de discapacidad y dependencia, especialmente entre personas mayores de 85 años.

El costo económico de la demencia y su impacto en el crecimiento global

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), existe una correlación positiva entre la salud cognitiva de la población y el PIB per cápita. En su informe Perspectivas de la Economía Mundial 2025, advierte que si no se promueve el envejecimiento saludable y la participación de adultos mayores en el mercado laboral, la producción mundial podría reducirse hasta 1.1 puntos porcentuales por año en los próximos 25 años.

Combatir la contaminación, según los expertos, no solo mejoraría la salud pública, sino que también generaría beneficios sociales, económicos y climáticos a largo plazo, aliviando la carga sobre familias, cuidadores y sistemas de salud.

Cómo afecta la contaminación al cerebro: posibles mecanismos biológicos

La comunidad científica aún investiga los mecanismos exactos por los cuales la contaminación del aire podría inducir deterioro cognitivo. Sin embargo, los hallazgos más consistentes apuntan a dos procesos principales:

  • Inflamación cerebral
  • Estrés oxidativo, que daña células, proteínas y ADN

Estos efectos también se observan en trastornos del neurodesarrollo como el autismo y la esquizofrenia. Además, estudios en animales han mostrado que la exposición prolongada a contaminantes puede acelerar la acumulación de proteínas como la amiloide y la tau, relacionadas directamente con el Alzheimer.

Limitaciones actuales y el llamado urgente a invertir en investigación

A pesar de los avances, muchos estudios aún presentan limitaciones metodológicas. La falta de controles rigurosos y la escasez de neurocientíficos especializados dificultan la elaboración de políticas públicas efectivas.

Los expertos insisten en que es vital acelerar las investigaciones para entender mejor los riesgos asociados a contaminantes específicos y diseñar estrategias más efectivas de prevención y mitigación.

Conclusión: reducir la contaminación para cuidar la mente

Este metaanálisis se suma al creciente cuerpo de evidencia que vincula la contaminación atmosférica con el riesgo de demencia. Reducir la exposición a PM2.5, NO2 y carbono negro no solo podría disminuir la incidencia de esta enfermedad, sino también mejorar la calidad de vida y la sostenibilidad de los sistemas de salud.

Establecer normas de calidad del aire más estrictas podría ser una de las formas más efectivas de enfrentar esta crisis global silenciosa que afecta tanto al cerebro como al planeta.

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