Urgente inversión en salud pública: ONU alerta sobre el estancamiento de la cobertura sanitaria global

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9 abril, 2025
| Noticias
La ONU ha llamado a los Estados a reforzar sus sistemas sanitarios y aumentar la financiación pública destinada a la salud para abordar este desafío global.

A pesar de los avances en la esperanza de vida, un informe reciente revela que la cobertura sanitaria universal se ha estancado en todas las regiones del mundo. Además, ha crecido significativamente la desigualdad en salud. La ONU ha llamado a los Estados a reforzar sus sistemas sanitarios y aumentar la financiación pública destinada a la salud para abordar este desafío global.

La importancia de la financiación pública para la salud

El Secretario General de las Naciones Unidas destacó que la cobertura sanitaria universal no solo es factible en países de ingresos bajos y medianos, sino que también puede ofrecer beneficios duraderos para la salud de la población y contribuir al crecimiento económico. Sin embargo, para que esto sea posible, las asignaciones financieras públicas destinadas a la salud deben aumentar drásticamente. Este enfoque es crucial para proporcionar servicios de salud esenciales a lo largo de toda la vida, incluyendo atención sexual y reproductiva.

El informe sobre salud y bienestar

Este informe fue presentado durante el 58.º período de sesiones de la Comisión de Población y Desarrollo, celebrado entre el 7 y el 11 de abril en Nueva York. Subraya la necesidad de abordar la salud desde un enfoque integral, abarcando todo el ciclo de vida, lo que implica realizar inversiones en pediatría, promover hábitos saludables en la adolescencia y garantizar acceso constante a atención preventiva y terapéutica para un envejecimiento saludable.

Avances y desafíos en la salud global

Mejoras y retrocesos en las últimas dos décadas

Desde el año 2000, la esperanza de vida ha aumentado más de 10 años en África y más de 9 años en Asia Meridional. Además, se han logrado avances en la lucha contra el VIH, se ha reducido la mortalidad infantil y ha disminuido el consumo de tabaco y los accidentes de tráfico. Sin embargo, los avances de la última década han sido menos alentadores, con estancamientos en la mortalidad materna y en la mortalidad infantil.

Además, las tasas de obesidad, diabetes, demencia y trastornos mentales han aumentado, reflejando las nuevas cargas en la salud pública global. La cobertura sanitaria universal, que debería beneficiar a toda la población, se ha estancado en muchos lugares, mientras que las desigualdades en el acceso a servicios de salud se han intensificado.

Emergencias sanitarias y fragilidad del sistema

La crisis del COVID-19 ha demostrado la fragilidad de los sistemas sanitarios ante emergencias globales, poniendo en evidencia la falta de capacidad de respuesta en algunos países. El informe también señala que la inversión insuficiente en salud contribuye a una mortalidad prematura y a una morbidez innecesaria.

Recomendaciones del Secretario General de la ONU

Para revertir esta situación, el Secretario General de la ONU ha hecho un llamado urgente a los Gobiernos de todo el mundo a aumentar la financiación pública para la salud, y a mejorar la contratación y retención de trabajadores sanitarios calificados, ofreciendo salarios competitivos. El informe destaca que actualmente, el 47% del personal sanitario mundial solo atiende al 22% de la población.

Inversiones en personal sanitario y tecnología

Una de las recomendaciones clave es aumentar el número de comadronas y personal capacitado para tratar trastornos mentales, así como formar a agentes de salud comunitarios para que actúen como primeros respondientes en emergencias sanitarias. Además, se propone aprovechar la innovación tecnológica, como la telemedicina y mejoras en el diagnóstico y la digitalización, para mejorar la eficiencia y el acceso a servicios de salud.

Políticas para reducir costos y mejorar la eficiencia

El informe también sugiere varias políticas de contención de costos, entre las que se incluyen el uso de medicamentos genéricos, la regulación de precios, la eficiencia en las adquisiciones, la reducción de desechos y la prevención del fraude en el sistema sanitario.

En resumen, para lograr una cobertura sanitaria universal efectiva, es indispensable que los Gobiernos inviertan más en sus sistemas de salud, mejoren la capacitación del personal sanitario y aprovechen la tecnología para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los servicios de salud que necesitan, sin importar su situación económica.

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Información de: news.un.org

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