Un abogado cercano a Robert F. Kennedy Jr., el elegido por Donald Trump para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE. UU., ha solicitado que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) revoque la aprobación de la vacuna contra la poliomielitis. Este pedido, presentado en 2022, ha generado preocupación y controversia sobre el futuro de las políticas de vacunación en el país.
La solicitud y el papel de Robert F. Kennedy Jr.
El abogado Aaron Siri, que representa a la Red de Acción de Consentimiento Informado (ICAN), una organización sin fines de lucro que cuestiona la seguridad de las vacunas, presentó formalmente la petición para que la FDA retire la aprobación de la vacuna inactivada contra la polio. Esta solicitud está basada en la alegación de que no se han realizado ensayos clínicos controlados de placebo suficientes para demostrar la seguridad del producto.
Siri ha trabajado estrechamente con Robert F. Kennedy Jr., quien ha sido un conocido escéptico de las vacunas y se encuentra en la mira para ser confirmado como secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Este puesto le otorgaría un control significativo sobre la FDA, y podría influir en el resultado de esta solicitud, lo que añade un nivel de incertidumbre a las políticas de salud pública.
La postura de Trump sobre las vacunas
El presidente electo Donald Trump ha mostrado su apoyo a la vacunación contra la polio en varias ocasiones, calificándola como un “gran logro” de la medicina. Sin embargo, en una reciente entrevista con la revista Time, Trump sugirió que se llevarían a cabo más investigaciones sobre algunas vacunas para niños y que consideraría eliminarlas si se demuestra que son “peligrosas” o no “beneficiosas”. Aunque se mostró firme en su apoyo a la vacuna contra la polio, reconoció la importancia de permitir que las personas tomen decisiones basadas en “información correcta”.
¿Qué hay detrás de la solicitud de revocar la vacuna contra la polio?
La solicitud de ICAN plantea que la FDA debe realizar un ensayo controlado, doble ciego y con suficiente poder estadístico para evaluar la seguridad de la vacuna. Sin embargo, expertos en salud pública argumentan que este tipo de ensayo no sería ético. El Dr. Paul Offit, un destacado experto en vacunas, destacó que no se pueden realizar ensayos con placebo para vacunas contra enfermedades como la polio, ya que podría poner en riesgo la salud de los participantes al dejarlos sin protección frente a un virus potencialmente mortal.
La importancia histórica de la vacuna contra la polio
La vacuna contra la polio es considerada uno de los mayores logros de la salud pública mundial, pues ha ayudado a reducir drásticamente la incidencia de la enfermedad, que en su momento mataba o paralizaba a más de medio millón de personas al año. A lo largo de las últimas décadas, gracias a las campañas de vacunación, el objetivo de erradicar la polio a nivel global está cada vez más cerca de cumplirse.
En Estados Unidos, la vacuna inactivada contra la polio ha sido utilizada durante más de dos décadas, y se considera una de las formas más seguras de proteger a la población. La preocupación sobre su seguridad surge en parte debido a la falta de un ensayo clínico controlado con placebo, aunque los expertos afirman que los beneficios de la vacunación superan con creces los riesgos.
Diferencias entre los tipos de vacunas contra la polio
En EE. UU., se utiliza la vacuna inactivada contra la polio (IPV), que se administra por inyección y no conlleva los riesgos asociados con la vacuna oral (OPV), que en el pasado se administraba a través de gotas. La vacuna oral utilizaba una versión debilitada del virus, pero en raras ocasiones podía provocar parálisis.
Por otro lado, la vacuna inactivada no crea inmunidad mucosal, lo que significa que no impide la transmisión del virus en las heces. Sin embargo, el riesgo de propagación del virus ha sido mínimo en EE. UU. gracias a las altas tasas de vacunación.
La propagación de la poliomielitis en el mundo
El poliovirus se transmite de persona a persona a través de la ruta fecal-oral, especialmente cuando las personas no tienen acceso a condiciones de higiene adecuadas. A pesar de que la mayoría de los casos de poliomielitis en el mundo ahora se deben a cepas derivadas de la vacuna, las autoridades sanitarias insisten en que los beneficios de la vacunación siguen superando los riesgos.
En 2023, la OMS reportó 524 casos de polio derivados de la vacuna, una mejora con respecto a los 881 casos de 2022. Sin embargo, los expertos subrayan que la vacuna inactivada sigue siendo esencial para la erradicación global de la enfermedad.
Reacciones ante la solicitud de revocar la vacuna
La solicitud para retirar la aprobación de la vacuna ha sido fuertemente criticada por figuras políticas y expertos en salud. Mitch McConnell, líder de la minoría del Senado y sobreviviente de la polio, instó a los legisladores a rechazar cualquier intento de socavar la confianza pública en la vacuna contra la polio, calificándolo de “desinformado” y “peligroso”.
Por su parte, el Dr. Paul Offit y otros expertos en vacunas han resaltado la importancia histórica y médica de la vacuna contra la polio, recordando que cualquier duda sobre su seguridad puede poner en riesgo el progreso logrado en la lucha contra esta enfermedad devastadora.
