Puebla nuevamente es tendencia nacional y no por algo que debería ponernos orgullosos. Se trata de un rumano de nombre Mircea Gabriel, que desde hace unos días se colocó en una banca al costado de la iglesia de la compañía en el centro histórico de la ciudad y que de la nada, con un letrero que indica que quita dolores está atendiendo a decenas de personas y ahí lo ven, tocando los pies, rodillas, cabeza y demás de los poblanos que se acercan porque este hombre afirma que tiene un poder y que con la vibra de sus manos puede quitar las dolencias.
Esta persona cuenta que primero llegó a Cancún, después a Mérida y encontró lamentablemente a su público objetivo en la ciudad de Puebla, pues seguramente supo acerca de la pseudo psiquiatra Marilyn Cote y que mucho poblanos cayeron en sus manos y sí, nuevamente se repite una historia que podría ser similar.
La realidad es que este tipo de práctica como sanación energética, no tiene sustento científico, estas “alternativas” no son comparables con la preparación de un médico que estudia años la carrera de medicina, después su especialidad, congresos, cursos, y más para sanar a los enfermos. Es totalmente inaudito que las personas caigan en este tipo de cosas.