La píldora anticonceptiva masculina YCT-529 supera su primer ensayo clínico en humanos
La primera píldora anticonceptiva masculina no hormonal, conocida como YCT-529, ha demostrado ser segura y bien tolerada durante su primer estudio en humanos. Este hito representa un avance crucial en la búsqueda de una opción anticonceptiva reversible para hombres, algo que por décadas ha sido una necesidad poco atendida en el campo de la salud reproductiva.
Un anticonceptivo masculino sin hormonas ni efectos secundarios graves
Durante el ensayo clínico de fase I, realizado entre finales de 2023 y finales de 2024, el medicamento no presentó efectos adversos graves como los comúnmente asociados con métodos hormonales: problemas cardiovasculares, aumento de peso, acné, cambios de humor o disminución del deseo sexual.
Este avance es el resultado de más de veinte años de investigación liderada por YourChoice Therapeutics y la Universidad de Minnesota. La píldora funciona bloqueando la producción de esperma mediante la inhibición del receptor alfa del ácido retinoico, una molécula asociada a la vitamina A. Al suspender el tratamiento, la producción espermática se reanuda de forma totalmente reversible.
Resultados prometedores en estudios preclínicos y clínicos
Antes de las pruebas en humanos, el YCT-529 mostró una eficacia del 99% en ratones y primates no humanos, sin generar efectos adversos y con reversibilidad del 100%.
En el ensayo clínico en humanos participaron 16 hombres entre 32 y 59 años, todos con vasectomía previa. Esto no influyó en los resultados, ya que el objetivo fue exclusivamente evaluar la seguridad del fármaco, no su capacidad anticonceptiva.
Los participantes recibieron dosis únicas diarias de 10, 30, 90 o 180 miligramos de YCT-529. También se analizó el efecto de ingerir el medicamento con alimentos. Se concluyó que la comida puede retrasar su absorción, pero no modifica de forma significativa su comportamiento farmacológico.
Segunda fase en marcha para evaluar eficacia en la fertilidad
Con los resultados positivos obtenidos, se puso en marcha un segundo ensayo clínico en Nueva Zelanda a finales de 2024. En esta nueva etapa participan 50 hombres de entre 28 y 70 años, quienes toman el medicamento diariamente durante 28 o 90 días. El objetivo es seguir evaluando su seguridad y, esta vez, medir su efecto en la producción y calidad de los espermatozoides.
Una alternativa necesaria para lograr corresponsabilidad anticonceptiva
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año más de 21 millones de adolescentes quedan embarazadas en países de ingresos bajos y medianos, y cerca de la mitad de esos embarazos no son planeados.
A pesar de que muchos hombres reconocen que la anticoncepción debe ser una responsabilidad compartida, sus opciones se han limitado históricamente al uso de condones —con una tasa de fallo del 13%— y a la vasectomía, un procedimiento quirúrgico con reversibilidad incierta.
Desde los años 50, se han explorado diferentes caminos para desarrollar anticonceptivos masculinos, pero diversos factores han frenado su progreso, como los sesgos de género, la falta de inversión, el poco interés comercial y los efectos secundarios negativos observados en métodos experimentales anteriores.
YCT-529 podría marcar un antes y un después en la anticoncepción masculina
Si las siguientes fases de los estudios clínicos confirman su eficacia, el YCT-529 podría convertirse en el primer anticonceptivo masculino oral, no hormonal, reversible y sin efectos adversos significativos. Este avance abriría la puerta a una nueva era en la planificación familiar, promoviendo una mayor equidad y corresponsabilidad entre hombres y mujeres.