El sistema de salud en México está frente a una oportunidad histórica: apostar por la innovación, cerrar las brechas de desigualdad tecnológica y fomentar el emprendimiento científico como eje transformador. Pero para lograrlo, el país necesita resolver desafíos culturales, legales y estructurales que siguen limitando el avance de la ciencia hacia la vida real.
México tiene talento, pero necesita un ecosistema de salud más dinámico y colaborativo
Durante el foro The Next Decade: Horizontes en Salud, organizado por el Tec de Monterrey, especialistas coincidieron en algo claro: tenemos el talento, pero falta conexión entre instituciones, industria, gobierno y la academia.
“No hemos logrado generar la confianza entre los actores del ecosistema”, afirmó Eduardo Urzúa, director de Emprendimiento Universitario de InnovaUNAM.
Y es que aunque ya existen acuerdos entre instituciones como la UNAM y el Tec de Monterrey, aún hay proyectos que tardan hasta 10 años en madurar, lo que desmotiva a inversionistas.
Además, como explicó el académico Juan Armendáriz, el reto es dejar de depender del extranjero y apostar por nuestras propias patentes y soluciones médicas.
El reto más grande: acelerar los trámites para que las ideas lleguen al mercado
Según el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), en México el 95% de las patentes farmacéuticas son extranjeras, y solo el 5% pertenece a inventores nacionales. Esto refleja la gran dificultad que enfrentan científicos y emprendedores para llevar sus desarrollos a la gente.
Mirta Monteagudo, directora del IMPI, remarcó que las ideas están ahí, pero “no se traducen en beneficios económicos ni en impacto real en la calidad de vida de las y los mexicanos”.
En este sentido, se hizo un llamado urgente a COFEPRIS para agilizar los trámites regulatorios y permitir que las tecnologías médicas emergentes lleguen más rápido a quienes las necesitan.
¿Qué hace falta? Cambiar la mentalidad desde la raíz y reformular la educación médica
Además de mejorar las regulaciones, los expertos advierten que hay que modernizar los planes de estudio en medicina, incluir ética, tecnologías de simulación, y trabajar más en lo humano y en lo interdisciplinario.
Miguel Cuéllar, director de los Institutos Nacionales de Salud, advirtió que hablar de inteligencia artificial y medicina avanzada no tiene sentido si seguimos dejando fuera a los más vulnerables.
“Si seguimos con brechas tecnológicas, esos avances solo estarán al alcance de quien pueda pagarlos”, advirtió.
La colaboración público-privada y la ciencia aplicada pueden cambiar el rumbo de la salud en México
Es momento de que México deje de hablar de ciencia solo para publicar en revistas y comience a verla como una herramienta para transformar vidas. El cambio está en camino, pero todavía falta mucho por hacer.
Para lograrlo, los especialistas insisten en que se debe:
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Fomentar el emprendimiento científico-tecnológico
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Agilizar los procesos regulatorios
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Apostar por la educación médica con visión humana
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Crear alianzas entre gobierno, universidades e industria
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Y sobre todo, construir un sistema de salud que sea más accesible, inclusivo y sostenible.
Con información de: tecscience.tec.mx y Michael Ramírez