La gripe aviar (H5N1) sigue extendiéndose por todo el mundo, afectando no solo a las aves, sino también a mamíferos, lo que aumenta su alcance y potencial de propagación. Según los responsables sanitarios de la ONU, el virus ha mutado, permitiéndole traspasar las barreras entre especies, lo que ha generado preocupación sobre su impacto en la fauna silvestre y su posible riesgo para los seres humanos.
La expansión del virus: una amenaza global para la fauna y la seguridad alimentaria
La gripe aviar H5N1 ha infectado a más de 500 especies de aves, pero lo más alarmante es su propagación a al menos 70 especies de mamíferos, entre los que se encuentran especies en peligro de extinción como el cóndor de California y los osos polares. Esto ha hecho que los expertos en salud pública de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) adviertan sobre los riesgos que este virus representa para la biodiversidad.
Además, las regiones que dependen de las aves de corral como principal fuente de proteínas enfrentan una amenaza significativa a su seguridad alimentaria y nutricional. La muerte de más de 300 millones de aves a nivel mundial no solo representa un impacto en la biodiversidad, sino que también afecta la economía global y los medios de vida de miles de agricultores.
Impacto económico y riesgos para los agricultores
La FAO subraya que la crisis de la gripe aviar ha tenido un impacto económico devastador. Cientos de millones de personas han visto sus medios de subsistencia afectados, ya que los agricultores no pueden permitir las inversiones necesarias en medidas de bioseguridad para proteger a sus animales. Esto ha generado una carga económica considerable que afecta tanto a la producción avícola como a la comercialización de productos de origen animal.
El virus H5N1 también se ha detectado en el ganado lechero, lo que aumenta aún más las preocupaciones sobre la propagación de la enfermedad a través de diversos sectores de la ganadería. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a reforzar la vigilancia y las medidas de bioseguridad para proteger tanto a los animales como a las personas, especialmente en las zonas más afectadas.
Casos humanos: riesgo bajo, pero no se puede bajar la guardia
En cuanto al riesgo para los seres humanos, la doctora Maria Van Kerkhove, directora de Gestión de Amenazas Epidémicas y Pandémicas de la OMS, afirmó que el riesgo actual de infección para el público en general es bajo. Sin embargo, las personas que trabajan directamente con animales infectados, como los agricultores, tienen un riesgo de bajo a moderado, dependiendo de las medidas de protección personal que utilicen.
Hasta el momento, no se ha registrado transmisión del virus H5N1 entre personas, pero los expertos advierten que esto podría cambiar rápidamente. Por eso, cada caso humano debe ser investigado a fondo para asegurar que no haya una nueva mutación del virus que permita la propagación entre personas.
Medidas preventivas: leche pasteurizada y protección personal
La OMS también recomienda a la población general consumir leche pasteurizada o, en su defecto, calentar la leche antes de su consumo, como medida de precaución. Además, la doctora Van Kerkhove enfatizó la importancia de adoptar el enfoque de “Una sola salud”, que busca integrar esfuerzos globales, nacionales y locales para enfrentar la gripe aviar de manera efectiva.
Preparación ante un posible escenario de pandemia
A pesar de que el riesgo actual es bajo, los expertos insisten en que no hay lugar para la complacencia. El virus está evolucionando, lo que significa que debemos estar preparados ante cualquier cambio que pudiera incrementar el riesgo para la salud pública. Es fundamental continuar con los esfuerzos para fortalecer las medidas de bioseguridad y fomentar la cooperación internacional en la lucha contra la propagación del H5N1.
Con información de: news.un.org