Cómo los recortes de Donald Trump afectaron la investigación del cáncer en Estados Unidos

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28 julio, 2025
| Noticias
La administración Trump suspendió y recortó millones en fondos para la investigación del cáncer, retrasando ensayos clínicos y poniendo en riesgo avances médicos clave en EE. UU

La administración Trump y el impacto en la investigación del cáncer en Estados Unidos

La iniciativa Cancer Moonshot, impulsada por administraciones demócratas, buscaba reducir a la mitad las muertes por cáncer en Estados Unidos para el año 2047. Aunque los avances eran lentos, el país se encontraba en una fase clave: se aprobaban nuevos tratamientos, se destinaban recursos federales sin precedentes a la investigación y las tasas de mortalidad continuaban bajando. Sin embargo, el regreso de Donald Trump a la presidencia ha provocado un giro radical en la política científica del país, afectando gravemente el financiamiento y desarrollo de proyectos clave contra el cáncer.

Recortes y congelación de fondos: el golpe a la ciencia por considerarla “woke”

La administración Trump adoptó una postura crítica hacia lo que considera ciencia “demasiado woke“, provocando la pausa de las subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) durante más de dos meses. Esta acción retrasó alrededor de 1,500 millones de dólares en financiamiento esencial. Como resultado, se detuvieron ensayos clínicos de nuevos medicamentos y se despidió a miles de trabajadores en agencias clave como la FDA, los CDC y los propios NIH.

Además, en el Departamento de Asuntos de Veteranos, la congelación de contrataciones puso en riesgo 35 millones de dólares en investigaciones ya financiadas, muchas relacionadas con el cáncer. En paralelo, se ordenó a la EPA cancelar subvenciones en curso, afectando instituciones como el Health Effects Institute, especializado en el estudio del vínculo entre la contaminación del aire y el cáncer.

Reducción de programas médicos en defensa y desaparición de financiamiento para cánceres específicos

Como parte de una medida de financiamiento provisional que expira en septiembre, los republicanos han recortado un 60% de los Programas de Investigación Médica del Departamento de Defensa. Esto incluyó la eliminación del financiamiento directo para estudios sobre cáncer de mama, de ovario, de páncreas, de riñón y de pulmón. Algunos de estos se integraron a programas sin fondos adicionales para 2025, lo que en la práctica equivale a su cancelación.

Subvenciones canceladas bajo filtros políticos y agendas ideológicas

De manera preocupante, muchas de las subvenciones eliminadas parecen estar vinculadas con la agenda política de la administración Trump, especialmente su oposición a políticas DEI (diversidad, equidad e inclusión), los derechos trans y las campañas de vacunación. Según informes, los funcionarios han implementado una lista de palabras clave “marcadas” para revisar subvenciones, incluyendo términos como “trans”, “expresión”, “diverso” y “mujer”.

Esto ha afectado gravemente a instituciones como Harvard y Columbia, históricamente críticas con Trump, las cuales han perdido una parte importante de su financiamiento federal para investigación médica.

El futuro incierto de la investigación contra el cáncer en EE. UU.

Trump ha propuesto reducir el presupuesto del Instituto Nacional del Cáncer a niveles anteriores a 2014. También busca eliminar programas del CDC que considera innecesarios, como el Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y el Centro Nacional de Salud Ambiental.

Si bien los tribunales federales podrían revertir algunas de estas decisiones y restaurar fondos y programas cancelados, los daños ya están hechos. Los retrasos en tratamientos, la pérdida de investigadores y la suspensión de ensayos clínicos tienen un impacto directo en la vida de pacientes con cáncer. La comunidad científica teme que la oportunidad de lograr avances significativos en la lucha contra esta enfermedad se esté desvaneciendo.

Una decisión política con consecuencias de vida o muerte

La visión ideológica de Trump sobre la ciencia ha llevado a una desfinanciación sin precedentes en la investigación médica, particularmente en el campo oncológico. Más allá del discurso político, esta política ya está afectando a miles de pacientes y científicos, dejando a Estados Unidos en una situación de incertidumbre frente a uno de los desafíos de salud más importantes del siglo.

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