¿Cuáles son las vitaminas esenciales para mantenernos sanos?
A continuación, te contamos sobre algunas de las más importantes, para qué sirven y en qué alimentos naturales puedes encontrarlas:
Vitamina A: buena para la piel, la vista y las defensas
La vitamina A, también conocida como retinol, es básica para mantener en buen estado la piel, el sistema inmunológico y, sobre todo, la vista. Ayuda a que nuestros ojos se adapten mejor en la oscuridad, ya que actúa directamente en los pigmentos de la retina.
Si no consumes suficiente, podrías tener problemas de visión, especialmente al anochecer. En casos graves (aunque poco comunes en países desarrollados), incluso puede provocar ceguera.
¿Dónde la encuentras?
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En alimentos de origen animal como el huevo, el pescado azul y los lácteos.
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También en frutas y verduras coloridas como la zanahoria, el pimiento, la espinaca y la calabaza, gracias a su contenido de betacaroteno, que el cuerpo transforma en vitamina A.
Ya ves por qué desde niños nos dicen que comer zanahorias es bueno para la vista.
Las vitaminas del complejo B: una familia completa que trabaja en equipo
Las vitaminas del grupo B son como un equipo de trabajo: cada una tiene su función, pero todas son importantes. Son ocho en total, y entre sus beneficios están:
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Darte energía
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Ayudar al sistema nervioso
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Apoyar el funcionamiento del cerebro, la digestión y el metabolismo
Por ejemplo:
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Vitamina B1 (tiamina): ayuda al sistema nervioso y a la digestión.
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Las personas que toman alcohol en exceso pueden presentar una deficiencia de esta vitamina, lo que en casos severos puede causar el síndrome de Wernicke-Korsakoff, un trastorno grave que afecta la memoria y el movimiento.
Las vitaminas B las encuentras en alimentos como:
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Carnes magras
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Granos enteros
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Legumbres
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Nueces y semillas
Entonces, ¿cuál es el alimento más completo en vitaminas?
Si estás buscando un solo alimento que te dé la mayor cantidad de vitaminas posible, no hay una única respuesta, pero sí podemos decir que hay ciertos alimentos que destacan:
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El kale (col rizada): aunque no es muy común en todas las casas mexicanas, tiene una gran concentración de vitaminas A, C, K, además de calcio y fibra.
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El hígado de res: es una fuente potente de vitaminas A, B12 y hierro.
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Los huevos: aportan varias del grupo B, además de vitamina D.
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Las zanahorias y verduras de hoja verde: destacan por su contenido en betacarotenos (pro-vitamina A).
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El salmón y el pescado azul: ricos en vitaminas D y B12.
Comer bien no tiene que ser complicado
La clave está en variar los alimentos que comes. Si llevas una dieta balanceada con frutas, verduras, cereales integrales, proteínas y grasas saludables, estarás cubriendo tus necesidades de vitaminas sin tener que gastar en productos milagro o superalimentos importados.
Y recuerda: más vale un platillo mexicano bien equilibrado con nopales, frijoles, aguacate y tortilla de maíz, que una moda pasajera sin sabor ni cultura.