El tiempo frente a pantallas puede causar y agravar problemas de comportamiento en la infancia
Un metanálisis reciente publicado en la revista Psychological Bulletin de la Asociación Estadounidense de Psicología reveló una preocupante relación entre el uso excesivo de pantallas y los problemas emocionales y de comportamiento en niños menores de 10 años y medio. Esta investigación, una de las más extensas hasta la fecha, analizó 117 estudios y concluyó que el tiempo frente a pantallas no solo es una causa de estos problemas, sino también una consecuencia.
Problemas emocionales como ansiedad, depresión y agresividad en aumento
Los resultados mostraron que cuanto más tiempo pasaban los niños frente a una pantalla, más probable era que presentaran dificultades emocionales como ansiedad, depresión, hiperactividad y agresividad. Aunque la relación fue calificada como pequeña, fue estadísticamente significativa, especialmente entre las niñas.
Los efectos negativos se observaban desde edades tempranas. En niños menores de 2 años, cualquier tiempo frente a una pantalla (excepto videollamadas) resultaba perjudicial. En niños de 2 a 5 años, más de una hora diaria comenzaba a tener consecuencias, y en mayores de 6 años, más de 2 horas diarias estaban asociadas a mayores dificultades socioemocionales.
Los videojuegos presentan riesgos adicionales, especialmente en niños mayores
El estudio destacó un riesgo particular asociado a los videojuegos en línea, ya que muchas veces funcionan como plataformas sociales que generan presión para mantenerse conectados. Esto puede interferir con actividades esenciales como dormir, hacer tareas escolares y mantener relaciones presenciales sanas.
Las pantallas no deben usarse como método para calmar o distraer a los niños
Los investigadores advierten que utilizar dispositivos electrónicos para calmar a los niños puede ofrecer alivio temporal, pero a la larga impide que desarrollen habilidades importantes como la autorregulación emocional. En vez de aprender a manejar sus emociones, los niños recurren a las pantallas como vía de escape.
La relación emocional con las pantallas debe ser observada con atención
Muchos niños usan las pantallas como una forma de escapar cuando están molestos o se sienten solos. Esto puede ser una señal de que necesitan más apoyo emocional en casa o en la escuela. Es crucial que los padres estén atentos a estas señales y ofrezcan guía emocional y afectiva o, si es necesario, recurran a profesionales como orientadores escolares o terapeutas.
Recomendaciones prácticas para los padres: cómo manejar el uso de pantallas
Establecer reglas claras y utilizar controles parentales
Es importante que los padres definan límites consistentes para el uso de pantallas. Estas reglas deben ser respetadas por todos los miembros de la familia. Los controles parentales disponibles en la mayoría de los dispositivos también son herramientas útiles para regular el contenido y el tiempo de uso diario.
Además, es recomendable eliminar aplicaciones que puedan resultar especialmente adictivas, como las plataformas de streaming, y en su lugar ofrecer contenido educativo o con valor emocional positivo.
No siempre hay que decir que sí: aprender a poner límites firmes
Muchos padres temen decir que no cuando sus hijos piden usar el teléfono o jugar videojuegos, pero es necesario recordar que la crianza responsable implica tomar decisiones difíciles que beneficien la salud mental de los hijos a largo plazo, incluso si generan berrinches momentáneos.
Evita comparaciones entre hermanos: cada decisión debe adaptarse a cada caso
No es obligatorio darles un teléfono a todos los hijos a la misma edad. Cada niño es diferente, y los padres deben usar la información actualizada para tomar decisiones responsables. Si es necesario, se pueden ofrecer alternativas atractivas como premios o actividades especiales que compensen la espera.
Conclusión: el uso de pantallas debe ser supervisado y dosificado con criterio
El estudio deja claro que el tiempo frente a las pantallas puede ser tanto una causa como un reflejo de problemas emocionales en los niños. Por eso, es fundamental que padres y cuidadores estén atentos al uso que los pequeños hacen de la tecnología y que establezcan límites adecuados.
La clave está en educar, acompañar y poner reglas claras para que los niños aprendan a gestionar sus emociones de manera saludable, sin depender de una pantalla para sentirse mejor. Tomar decisiones firmes hoy puede ser el camino hacia una salud mental más sólida en el futuro.