5 razones por las que los medicamentos para bajar de peso podrían no estar funcionando
Los medicamentos para perder peso pueden ser una herramienta eficaz en el tratamiento de la obesidad, pero no siempre garantizan resultados. Aunque algunos pacientes logran bajar de peso significativamente, otros no experimentan los mismos beneficios. Esto puede deberse a varios factores relacionados con el uso del medicamento, la salud general del paciente o su estilo de vida.
1. Has llegado a una meseta de pérdida de peso
Una meseta de pérdida de peso ocurre cuando bajas una cantidad de peso esperada al principio, pero después de un tiempo, dejas de perder más kilos. Este fenómeno es común y no siempre indica que el medicamento haya dejado de funcionar.
Según la Dra. Fatima Cody Stanford, del Massachusetts General Hospital, “una meseta puede presentarse incluso con tratamientos efectivos, y no necesariamente significa que el fármaco es ineficaz”.
2. La dosis que estás tomando puede ser muy baja
El nivel de la dosis puede influir considerablemente en la pérdida de peso. Estudios han demostrado que pacientes que toman dosis más altas de semaglutida (1.7-2.4 mg) o liraglutida (3 mg) tienden a perder más peso en un año comparado con quienes toman dosis más bajas.
La Dra. Stanford aclara que “aumentar la dosis puede mejorar o mantener la pérdida de peso, aunque no siempre es una garantía”.
3. Problemas de salud subyacentes pueden estar interfiriendo
Factores como la genética, edad, niveles hormonales o condiciones como la diabetes tipo 2 pueden dificultar la pérdida de peso, incluso al usar GLP-1. Además, las personas con índice de masa corporal (IMC) más alto han demostrado tener una mayor pérdida de peso después de un año, comparadas con aquellas que tienen un IMC más bajo.
4. Tus hábitos de vida pueden estar afectando los resultados
Los hábitos poco saludables son una de las principales barreras para perder peso. Consumir alimentos altamente calóricos, llevar una dieta desbalanceada o no realizar actividad física regularmente puede contrarrestar los efectos del medicamento.
Recuerda que los medicamentos deben ser acompañados de cambios en la alimentación y el ejercicio para lograr resultados sostenibles.
5. No estás tomando el medicamento de forma constante
La consistencia en el uso del medicamento es clave. Si suspendes el tratamiento o no lo tomas según las indicaciones, es probable que los resultados no sean los esperados. Además, algunas personas abandonan el medicamento por efectos secundarios como náuseas o vómito, lo cual también puede interrumpir el proceso de pérdida de peso.
¿Cómo saber si tu medicamento está funcionando?
Los agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) como Ozempic, Wegovy o Mounjaro, están diseñados para tratar la obesidad y la diabetes tipo 2. Sin embargo, no todas las personas responden igual al tratamiento.
Señales de que podrías no estar respondiendo al medicamento
- Tus hábitos alimenticios no han cambiado.
- Sigues experimentando antojos o “ruido alimenticio”.
- No has perdido al menos 5% de tu peso corporal en las primeras 12 semanas de tratamiento.
El Dr. Jamy Ard señala que una respuesta efectiva al tratamiento implica mejoras visibles en la intensidad y frecuencia de los síntomas relacionados con el apetito.
¿Qué hacer si no estás viendo resultados?
Si no estás alcanzando tus metas de peso, es fundamental que hables con tu proveedor de salud. Ellos pueden:
- Ajustar la dosis del medicamento.
- Recomendar cambios en tu dieta y rutina de ejercicios.
- Considerar un cambio de medicamento. Por ejemplo, estudios indican que quienes usan Zepbound o Mounjaro tienen el doble de probabilidad de perder al menos 10% de su peso, y el triple de perder el 15% en un año.
- Explorar la posibilidad de condiciones genéticas que dificultan la pérdida de peso.
- En casos severos, la cirugía bariátrica puede ser una opción.
Los medicamentos para bajar de peso no siempre funcionan por igual en todas las personas. Factores como la falta de cambios en el estilo de vida, una dosis insuficiente, una meseta de peso, condiciones médicas o uso inconsistente pueden afectar su eficacia.
Si no estás logrando los resultados esperados, acude a un especialista. Existen alternativas que pueden ayudarte a encontrar el tratamiento más adecuado para ti.
