Los efectos de los PFAS en el embarazo: cómo los “químicos eternos” afectan el sistema inmunológico del feto
Una nueva investigación del Centro Médico de la Universidad de Rochester en Nueva York ha revelado que la exposición prenatal a los PFAS, también conocidos como “químicos eternos”, puede alterar el desarrollo del sistema inmunológico del feto. Estos compuestos pueden atravesar la placenta y dejar una huella duradera en la capacidad del bebé para combatir enfermedades a lo largo de su vida.
¿Qué son los PFAS y por qué se les llama “químicos eternos”?
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) son un grupo de compuestos químicos artificiales que se encuentran en productos de uso cotidiano como sartenes antiadherentes, pinturas, textiles impermeables, envases de alimentos y cosméticos. Su resistencia al calor, al agua y a la grasa las hace útiles industrialmente, pero también extremadamente persistentes en el medio ambiente y el cuerpo humano.
Se les denomina “químicos eternos” porque pueden tardar miles de años en degradarse. Además, están relacionados con efectos nocivos para la salud, como alteraciones hormonales, problemas de fertilidad, debilitamiento del sistema inmunológico y mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Estudio revela impactos específicos en el sistema inmunológico del bebé
En el estudio, los científicos realizaron un seguimiento de 200 mujeres embarazadas y sus bebés, midiendo los niveles de PFAS en la sangre materna durante el embarazo. Luego analizaron las células inmunitarias de los bebés al nacer, a los 6 meses y al año de edad.
Los resultados mostraron que una mayor exposición prenatal a estos químicos estaba asociada con una reducción en los linfocitos T auxiliares foliculares (TFH), células clave para ayudar a los linfocitos B a producir anticuerpos fuertes y duraderos. A su vez, se observó un incremento en las células Th1, Th2 y T reguladoras (TREG), las cuales están relacionadas con alergias, autoinmunidad e inmunosupresión.
¿Qué implicaciones tienen estos cambios celulares?
Los investigadores explican que la disminución de células TFH podría estar relacionada con una respuesta inmune más débil ante las vacunas. El aumento de células Th2 y TREG podría predisponer a los niños a desarrollar alergias, mientras que una sobreactividad de las células Th1 podría contribuir a enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1 o la artritis.
“Las células afectadas por los PFAS tienen un papel crucial en la defensa contra infecciones y en la creación de memoria inmunológica a largo plazo. Si este equilibrio se altera en las primeras etapas de vida, puede aumentar el riesgo de infecciones recurrentes y síntomas más severos con el paso del tiempo”, explicó Darline Castro Meléndez, coautora del estudio.
Recomendaciones para reducir la exposición a PFAS durante el embarazo
Aunque es prácticamente imposible eliminar por completo la exposición a estos compuestos, los expertos recomiendan tomar algunas medidas para minimizar el contacto, especialmente durante el embarazo y la infancia temprana:
- Usar filtros de agua certificados para eliminar PFAS.
- Evitar cocinar en sartenes antiadherentes viejas; optar por alternativas como acero inoxidable o hierro fundido.
- Almacenar los alimentos en recipientes de vidrio o cerámica, en lugar de plásticos con recubrimientos resistentes a la grasa.
“Estos pequeños cambios pueden ayudar a reducir la carga acumulativa de exposición a los PFAS, especialmente en una etapa en la que el sistema inmunitario del bebé está en pleno desarrollo”, afirmó Kristin Scheible, coautora del estudio.
Próximos pasos de la investigación
Los científicos ahora buscan determinar si estos desequilibrios inmunitarios identificados en el primer año de vida persisten en etapas posteriores y si están relacionados con un aumento en infecciones, alergias o enfermedades autoinmunes.
El estudio fue publicado en la revista científica Environmental Health Perspectives y representa un llamado de atención para tomar medidas preventivas ante la exposición a los llamados “químicos eternos”.