En el mundo de la nutrición, existen muchos mitos que nos confunden sobre lo que realmente es saludable. Desde la creencia de que los carbohidratos engordan en la noche hasta ideas absurdas como que la fruta fermenta en el estómago, estos mitos siguen circulando. Con tantas fuentes de información disponibles en redes sociales como Instagram y TikTok, resulta aún más difícil saber qué es cierto. Aquí desmentimos algunos de los mitos más comunes con un enfoque científico.
1. Beber agua con limón en ayunas elimina la grasa
Uno de los mitos más populares es que beber agua con limón en ayunas ayuda a eliminar la grasa en la orina. La realidad es que la grasa no se elimina por orina. El proceso por el cual el cuerpo usa la grasa es conocido como lipólisis, donde se convierte en energía, no en orina. Además, el agua con limón puede dañar el esmalte dental debido a su acidez, provocando mayor sensibilidad y riesgo de caries. Si deseas mantener esta práctica, usa una pajita para proteger tus dientes y, si es posible, opta por las reutilizables para cuidar el medio ambiente.
2. Las dietas vegetarianas o veganas no son saludables
Otro mito común es que las dietas vegetarianas o veganas son incompletas y poco saludables. Esto no es cierto. Si estas dietas están bien estructuradas, pueden ser tan saludables como una dieta omnívora. La clave está en asegurarse de que la dieta esté equilibrada y adecuada a las necesidades de cada persona. Las investigaciones científicas han demostrado que las dietas basadas en vegetales pueden tener beneficios protectores frente a enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud.
3. Los carbohidratos engordan si se consumen por la noche
La creencia de que cenar carbohidratos engorda está muy arraigada, pero no tiene fundamento científico. Todos los alimentos contienen calorías, y el hecho de comer carbohidratos por la noche no aumenta su capacidad para engordar. Aunque es cierto que somos menos activos durante la noche, el cuerpo sigue utilizando energía para realizar funciones vitales como la respiración y la circulación sanguínea. Así que no te preocupes: no hay problema en incluir alimentos como pasta, arroz o guisantes en tu cena.
4. El desayuno es la comida más importante del día
El mito de que el desayuno es la comida más importante del día es otro error común. La verdad es que el desayuno es solo una comida más, y no es necesario que lo hagas si no tienes hambre por la mañana. Lo más importante es la calidad nutricional de lo que comes, no si te saltas o no el desayuno. Si decides comerlo, asegúrate de que esté bien balanceado y adaptado a tus necesidades personales.
5. La fruta de postre fermenta en el estómago
Uno de los mitos más absurdos es que la fruta fermenta en el estómago si se consume después de las comidas. Esto no es cierto. La fermentación no ocurre en el estómago, sino en el intestino delgado, donde la fruta se absorbe. Para que ocurra un proceso de fermentación, debe haber un ambiente adecuado, que no se da en el estómago. No importa cuándo comas la fruta, siempre es buena para tu salud, así que no dejes de consumirla, ya sea antes, durante o después de las comidas.
6. Las dietas detox ayudan a depurar el cuerpo
Las dietas detox son otro mito popular. Muchas personas creen que estas dietas pueden “limpiar” el cuerpo de toxinas, pero lo cierto es que nuestro cuerpo ya tiene mecanismos naturales de depuración, como el hígado, los riñones y la piel. Estos órganos filtran y eliminan las toxinas de manera eficiente. Las dietas detox no solo son ineficaces, sino que pueden ser perjudiciales, ya que suelen ser deficitarias en nutrientes esenciales. Si decides probar una de estas dietas, es probable que pierdas algo de peso, pero lo recuperarás rápidamente cuando retomes tu dieta habitual.
La importancia de obtener información confiable
Es fundamental ser críticos con la información que recibimos sobre nutrición. Muchos de los mitos alimentarios que circulan hoy en día carecen de base científica y solo contribuyen a confundirnos. Lo importante es informarse adecuadamente y basar nuestras decisiones alimentarias en hechos respaldados por la ciencia. ¡Recuerda que comer bien no tiene por qué ser complicado ni contradictorio!
