Las galletas, ya sean integrales, de avena, digestive o sin azúcar, no son un alimento saludable. A pesar de los esfuerzos de la industria por mantener su buena imagen, la realidad es que están compuestas principalmente por harina, grasas y azúcares, lo que las convierte en un producto de alto valor energético pero bajo en nutrientes esenciales.
Aunque durante décadas se han asociado con desayunos y meriendas “nutritivos”, hoy sabemos que su consumo frecuente no es recomendable. La industria ha logrado segmentar el mercado, ofreciendo versiones con ingredientes como harina integral, edulcorantes o aceite de oliva, pero esto no las hace más saludables.
El engaño de las galletas “saludables”
¿Qué hay detrás de las etiquetas “sin azúcar” o “integrales”?
Muchas galletas se promocionan como “saludables” gracias a reclamos como “sin azúcar añadido”, “con harina integral” o “bajas en grasas”. Sin embargo, estos términos pueden ser engañosos:
- Harina integral: No existe una regulación que exija un porcentaje mínimo de harina integral para usar este término. Algunas galletas contienen solo pequeñas cantidades de harina integral, mientras que el resto es harina refinada.
- Sin azúcar: A menudo se sustituye el azúcar por edulcorantes o ingredientes como miel, jarabes o pasta de dátiles, que siguen siendo fuentes de azúcares libres.
- Grasas “saludables”: Aunque algunas galletas usan aceites como el de girasol alto oleico o oliva, siguen siendo productos altos en calorías y bajos en nutrientes.
Declaraciones de propiedades saludables: ¿realidad o marketing?
Algunas galletas incluyen declaraciones como “ayuda a reducir el colesterol” gracias a ingredientes como la avena. Sin embargo, para obtener estos supuestos beneficios, tendrías que consumir grandes cantidades de galletas, lo que implica ingerir exceso de calorías y azúcares.
¿Qué pasa con las galletas “digestive”?
El término “digestive” es simplemente un nombre de fantasía. No tiene ninguna base científica ni legal que respalde propiedades digestivas reales. De hecho, algunas marcas incluyen un disclaimer en letra pequeña advirtiendo que la palabra no implica beneficios para la digestión.
Galletas caseras: ¿son realmente más saludables?
El mito de la repostería casera “healthy”
En los últimos años, ha crecido la tendencia de preparar galletas caseras con ingredientes como harina de avena, mantequilla de cacahuete o plátano. Aunque estas versiones pueden parecer más naturales, siguen siendo productos altos en azúcares y calorías.
- Ingredientes naturales no siempre son saludables: El azúcar moreno, la miel o la fruta exprimida siguen siendo fuentes de azúcares libres.
- Menos ingredientes no significa mejor: Una galleta con solo tres ingredientes puede seguir siendo alta en grasas y azúcares.
Disfruta las galletas con moderación
Las galletas no son un alimento saludable, pero pueden formar parte de una dieta equilibrada si se consumen de forma ocasional. Lo importante es evitar caer en la trampa del marketing y elegir opciones que realmente disfrutes, sin preocuparte por etiquetas engañosas.
Recuerda: “cuanto menos, mejor”. Si te gustan las galletas, cómelas con conciencia y sin culpa, pero siempre con moderación.