Los rastreadores de actividad física, como el Apple Watch y los Fitbits, son herramientas valiosas para monitorear nuestra salud, ya que ofrecen datos sobre el ritmo cardíaco, los patrones de sueño y el conteo de pasos diarios. Sin embargo, obsesionarse con estas métricas puede generar ansiedad. A continuación, te compartimos las principales señales que indican que necesitas un descanso de tu rastreador, así como cuándo y cómo empezar a usarlo nuevamente.
¿Qué impacto tiene el uso constante de los rastreadores de actividad física?
Los rastreadores entregan información constante sobre nuestra salud, pero, en lugar de ser una herramienta útil, pueden causar una presión innecesaria cuando las métricas no son las esperadas. Por ejemplo, en Reddit se encuentran numerosas publicaciones sobre cómo los dispositivos de monitoreo de salud pueden generar ansiedad. “Cuando mis estadísticas están bien, me siento feliz”, escribió un usuario, “pero de vez en cuando, una estadística baja me genera una panic attack inmediato.”
De hecho, un estudio de julio mostró que las personas con fibrilación auricular que usaban estos dispositivos estaban más preocupadas por sus síntomas y eran más propensas a consultar fuentes de salud “informales” en comparación con aquellos que no utilizaban rastreadores.
Aunque no todas las personas que usan rastreadores de actividad experimentan problemas de salud mental, los psicólogos advierten sobre el riesgo de ansiedad, dado que actualmente una de cada cinco personas en EE. UU. usa un dispositivo para monitorear su salud.
Señales de que necesitas un descanso de tu rastreador
Si te has estado sintiendo más ansioso por tus métricas, es posible que sea momento de desconectarte un poco. Aquí te dejamos las principales señales que indican que necesitas un descanso:
1. Tus métricas afectan tu estado de ánimo
Muchos rastreadores de actividad ofrecen una puntuación o conteo en áreas clave de la salud, como la calidad del sueño o el ritmo cardíaco. Según Erin Connors, psicóloga clínica y profesora en la Universidad Médica de Vanderbilt, si ves que tu puntuación es baja, como un 70, podrías sentir que “es como recibir una C” en la escuela. Este tipo de feedback puede hacerte sentir que no estás haciendo lo suficiente, afectando tu estado de ánimo.
Si notas que tu estado de ánimo depende en gran medida de tus metas de actividad y no logras cumplirlas de vez en cuando, eso puede ser una señal de apego poco saludable. La psicóloga Marcia Edwards recomienda estar atento a las emociones de frustración, decepción y fracaso.
2. Estás buscando constantemente la interpretación de tus números en internet
Cuando usas un rastreador, es fácil caer en el ciclo de buscar significado en los números que te muestra. Thea Gallagher, profesora clínica asociada en NYU Langone Health, menciona que muchos de sus pacientes con ansiedad de salud pasan horas buscando en internet lo que significan sus niveles de ritmo cardíaco o cualquier otra métrica.
Sin embargo, la mayoría de nosotros no tiene los conocimientos de un profesional para interpretar esos datos correctamente. Incluso los rastreadores pueden no estar midiendo las métricas de forma precisa. Buscar interpretaciones sin fundamentos puede llevar a pensar que tienes problemas de salud graves que realmente no existen.
3. Sientes ansiedad cuando no puedes ver tus datos
El estrés de no poder acceder a tus métricas puede convertirse en un ciclo vicioso. Si alguna vez has olvidado tu rastreador en casa o te has quedado sin batería, podrías sentir ansiedad. Según Peter Economou, profesor en el Departamento de Psicología Aplicada de la Universidad de Rutgers, este tipo de ansiedad es similar a la que sentimos al estar desconectados de las redes sociales.
Este estrés por desconexión puede aumentar la ansiedad de una persona si se convierte en un hábito de chequear las métricas constantemente. La clave es aprender a no depender de esos datos para sentirte bien.
4. Estás ignorando las señales de tu cuerpo
Los rastreadores de actividad deben ser una herramienta para mejorar tu bienestar, pero no deben reemplazar las señales que tu propio cuerpo te da. Si en algún momento comienzas a ignorar cómo te sientes físicamente a favor de lo que el rastreador reporta, es una señal de alerta.
Shannel Kassis Elhelou, neuropsicóloga en el Instituto de Neurociencia Pacifica, destaca que cuando te basas excesivamente en las métricas del dispositivo, puedes perder la conexión con las señales internas de tu cuerpo, como el hambre, el cansancio o la saciedad.
Es importante no perder la conexión con cómo te sientes realmente. Por ejemplo, podrías sentirte descansado, pero si tu rastreador te muestra un mal puntaje de sueño, podrías comenzar a dudar de tu propio bienestar.
¿Cuánto tiempo debe durar un descanso de tu rastreador de actividad?
No existe una recomendación científica precisa sobre la duración de un descanso de los dispositivos de actividad. Shannel Kassis Elhelou menciona que todo depende de cómo te haga sentir el uso del dispositivo. Si después de un descanso te sientes más tranquilo, puedes empezar a usarlo nuevamente. Pero si sientes más estrés al no tener acceso a tus datos, entonces es posible que necesites un descanso más largo.
Erin Connors sugiere que si después de un descanso sientes que la ansiedad disminuye, esto es señal de que puedes regresar al uso del rastreador de una manera más controlada.
¿Cuándo volver a usar tu rastreador?
Si decides regresar al uso de tu dispositivo después de un descanso, es crucial ser más intencional con el uso del rastreador. Según Kaston D. Anderson Jr., profesor de psicología en la Universidad Estatal de Michigan, debes preguntarte: “¿Por qué estás usando el rastreador? ¿Cuál es tu objetivo principal?” Además, es recomendable establecer límites claros y enfocarte más en las tendencias de los datos, en lugar de obsesionarte con los números diarios.
Si al regresar a tu rastreador vuelves a sentirte ansioso, Thea Gallagher recomienda considerar dejar de usar el dispositivo y hablar con un profesional de la salud mental para abordar la raíz de la ansiedad.