Caminar todos los días podría reducir el riesgo de Alzheimer, según un nuevo estudio
Si estás buscando una razón más para salir a caminar, la ciencia te da una poderosa motivación: un nuevo estudio sugiere que caminar diariamente puede ayudar a reducir el riesgo de deterioro cognitivo, especialmente en personas con predisposición genética al Alzheimer.
Estudio revela el impacto positivo de caminar en personas mayores
Durante una investigación que se presentará en la Conferencia Internacional anual de la Asociación de Alzheimer, se analizaron los hábitos de caminata de casi 3,000 personas entre 70 y 79 años a lo largo de 10 años. Aquellos que mantuvieron o mejoraron su actividad física reportaron mejoras significativas en funciones cognitivas como la velocidad de procesamiento y la función ejecutiva.
Los mayores beneficios fueron para personas con predisposición genética
El estudio encontró que los beneficios de caminar fueron más notorios en participantes con una predisposición genética al Alzheimer, específicamente portadores del gen APOE4. Esta versión del gen dificulta la eliminación de placas dañinas en el cerebro, lo que aumenta el riesgo de deterioro cognitivo. Aproximadamente entre el 15 % y el 25 % de la población porta este gen, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
¿Cómo afecta el Alzheimer al cerebro y cuál es su relación con el ejercicio?
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que provoca la muerte progresiva de las células cerebrales debido a la acumulación de placas que impiden la comunicación entre neuronas. Esto conlleva a pérdida de memoria, confusión, cambios de personalidad y, en etapas avanzadas, deterioro físico severo.
La genética no lo es todo: el ejercicio puede hacer la diferencia
De acuerdo con la doctora Cindy Barha, profesora adjunta de kinesiología en la Universidad de Calgary, el sedentarismo aumenta con la edad, por lo que recomienda introducir caminatas breves entre periodos de inactividad. Aunque aún no se define una cantidad exacta de pasos, se sugiere mantener la constancia en los hábitos de caminata a lo largo del tiempo.
La proteína BDNF: fertilizante natural para el cerebro
Uno de los efectos positivos del ejercicio físico es el aumento de la proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que favorece el crecimiento de nuevas células y conexiones cerebrales. Se cree que las proteínas liberadas por los músculos al caminar estimulan la producción de BDNF en el cerebro, ayudando a mantenerlo sano.
El ejercicio también puede reducir la inflamación cerebral
Otra posible explicación es la reducción de la neuroinflamación, una respuesta común en el Alzheimer. Las células inmunitarias del cerebro, llamadas microglía, pueden atacar también a células sanas si la inflamación se vuelve crónica. Según la doctora Christiane Wrann, de la Facultad de Medicina de Harvard, el ejercicio ayuda a regular la función de estas células, protegiendo al cerebro.
¿Tienes mayor riesgo? Entonces el ejercicio podría beneficiarte aún más
Una de las sorpresas del estudio fue que los portadores del gen APOE4 mostraron mayores mejoras cognitivas al caminar, en comparación con quienes no portaban el gen. Esto podría deberse a que estos individuos ya estaban experimentando un deterioro más avanzado, por lo que había más margen de mejora.
Además, la participación en el estudio podría haber motivado a estas personas a aumentar su nivel de actividad física, retrasando así el avance del deterioro cognitivo.
No es tarde para empezar a moverse: cada paso cuenta
La doctora Wrann afirma que nunca es tarde para comenzar a hacer ejercicio. Incluso caminar alrededor de 3,800 pasos al día puede reducir el riesgo de demencia en un 25 %, como reveló un estudio de 2022. Lo importante es encontrar una rutina de caminata que te guste y que puedas mantener en el tiempo.
Caminar puede ser tu mejor aliado contra el Alzheimer
El estudio refuerza lo que ya muchos expertos recomiendan: moverse es vital para mantener la salud del cerebro. No se necesita una rutina compleja ni un gimnasio, solo constancia. Ya sea para prevenir el deterioro cognitivo o para mejorar tu salud mental, salir a caminar todos los días puede marcar una gran diferencia.