Beber azúcar aumenta más el riesgo de diabetes tipo 2 que comerla, revela estudio

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7 julio, 2025
| Estilo de vida
Un nuevo análisis internacional muestra que las bebidas azucaradas elevan el riesgo de diabetes tipo 2 significativamente, mientras que el azúcar en alimentos sólidos no tiene el mismo efecto.

Beber azúcar podría ser peor que comerla, según un nuevo estudio

Es bien sabido que el exceso de azúcar puede ser perjudicial para la salud, pero una nueva investigación revela que la forma en la que consumimos azúcar podría ser aún más importante que la cantidad. Un análisis reciente sugiere que las bebidas azucaradas aumentan significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, mientras que los alimentos azucarados no parecen tener el mismo efecto.

Estudio revisa el impacto del tipo de azúcar consumida en la salud

El análisis, publicado en la revista científica Advances in Nutrition, revisó 29 estudios previos que evaluaron los hábitos de más de 500,000 personas en diferentes continentes. Según los resultados, el consumo de azúcar en bebidas se asocia con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, mientras que el azúcar proveniente de alimentos sólidos no mostró este mismo efecto.

La doctora Karen Della Corte, autora principal del estudio y profesora asistente en la Universidad Brigham Young, explicó que estos hallazgos destacan la importancia del contexto en el que se consume el azúcar. “Más allá de simplemente decir ‘corta todo el azúcar’, ahora sabemos que la fuente, la forma y los nutrientes que acompañan al azúcar influyen en el riesgo”, señaló.

¿Qué es peor para tu salud: beber o comer azúcar?

Los investigadores concluyeron que cada porción adicional de 355 ml (12 onzas) de bebida azucarada al día incrementa el riesgo de diabetes tipo 2 en un 25%. Incluso los jugos de fruta naturales aumentan el riesgo, con cada porción de 240 ml (8 onzas) elevando el riesgo en un 5%.

Curiosamente, el azúcar de alimentos sólidos no solo no se relacionó con un mayor riesgo, sino que en algunos casos mostró un efecto protector. Por ejemplo, el consumo diario de hasta 20 gramos de azúcar de mesa o azúcar natural en la dieta estuvo vinculado con una reducción del riesgo de diabetes tipo 2.

Esto sugiere que no todos los azúcares son iguales y que es crucial prestar atención a cómo se consumen, no solo cuánto se consume.

Por qué el azúcar líquida puede ser más dañina para el organismo

Las bebidas azucaradas, como refrescos, bebidas energéticas o deportivas, carecen de fibra, proteína o grasa, nutrientes que normalmente ralentizan la digestión. Al no tener estos elementos, el azúcar llega rápidamente al torrente sanguíneo, lo que provoca picos en los niveles de glucosa e insulina.

Además, este proceso rápido puede sobrecargar el hígado, especialmente debido al contenido de fructosa. En grandes cantidades, la fructosa se convierte en grasa en el hígado, lo que puede llevar a resistencia a la insulina hepática, una condición clave en el desarrollo de la diabetes tipo 2.

También se deben considerar otros componentes de las bebidas azucaradas, como aditivos químicos, colorantes y saborizantes artificiales, que afectan el equilibrio metabólico, según la doctora Laura A. Schmidt, profesora en la Universidad de California en San Francisco.

Consejos prácticos para dejar las bebidas azucaradas sin sufrir en el intento

Muchas personas encuentran que las bebidas azucaradas generan una especie de adicción, similar a sustancias como el alcohol o el tabaco. Si te cuesta dejarlas, puedes comenzar a reducir su consumo de forma gradual.

Una estrategia efectiva es mezclar agua mineral con jugo de fruta o refresco en partes iguales y, con el tiempo, ir disminuyendo la cantidad de bebida azucarada hasta que solo consumas agua mineral. Agregar unas gotas de limón o lima puede hacer más agradable el sabor y ayudarte a adoptar un nuevo hábito más saludable.

Conclusión: enfócate en el tipo de azúcar y su forma de consumo

Los resultados de este estudio ofrecen evidencia sólida de que la manera en que consumimos azúcar tiene un impacto significativo en nuestra salud metabólica. Mientras que el azúcar en alimentos sólidos no parece aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 e incluso podría tener efectos protectores, las bebidas azucaradas sí representan un riesgo considerable.

Reducir o eliminar estas bebidas de tu dieta puede ser un paso importante para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes. El cambio puede requerir esfuerzo, pero con estrategias prácticas y consistencia, es totalmente posible.

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