Investigadores descubren que bacterias de la piel protegen contra daños causados por la radiación solar

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28 mayo, 2025
| Enfermedades
Salud FM
Foto: medlineplus.gov
Un estudio revela que ciertas bacterias cutáneas neutralizan los efectos inmunosupresores del sol, abriendo la puerta a nuevos enfoques en protección solar

Descubren bacterias en la piel que ayudan a protegernos de los efectos dañinos del sol

Un nuevo estudio científico reveló que algunas bacterias presentes en la piel desempeñan un papel crucial en la protección contra la radiación ultravioleta (UV). Este hallazgo subraya la importancia del microbioma cutáneo en la defensa inmunológica y plantea nuevas posibilidades para el desarrollo de productos de cuidado de la piel con enfoque probiótico.

La piel humana: un ecosistema microbiano que también nos protege

Aunque muchas personas relacionan las bacterias con enfermedades, lo cierto es que el cuerpo humano alberga una gran variedad de microorganismos benéficos, tanto en el intestino como en la piel. Este conjunto de microorganismos se conoce como microbiota, y cumple funciones vitales como la cicatrización de heridas, la síntesis de nutrientes y la protección contra patógenos.

Además, investigaciones recientes han demostrado que la microbiota también modula la respuesta inmunitaria de la piel ante agresiones externas como los rayos solares. Esto representa una nueva línea de defensa natural que hasta hace poco se desconocía.

Un hallazgo clave: bacterias que neutralizan los efectos inmunosupresores del sol

El estudio, publicado en el Journal of Investigative Dermatology, fue liderado por VijayKumar Patra, investigador del Centro Internacional de Investigación de Enfermedades Infecciosas en Lyon, Francia, y la Universidad Médica de Graz en Austria. Los científicos descubrieron que ciertas bacterias comunes en la piel, como Staphylococcus epidermidis, pueden metabolizar compuestos generados por la exposición al sol.

En particular, estas bacterias utilizan una enzima llamada urocanasa para procesar el ácido cis-urocanico, una molécula producida naturalmente por las células de la piel en respuesta a la radiación UVB. Esta molécula tiene propiedades inmunosupresoras, pero al ser transformada por la bacteria, se vuelve menos activa, lo que permite al sistema inmune cutáneo actuar de manera más efectiva.

La influencia del entorno y del estilo de vida en el microbioma cutáneo

Los investigadores también señalaron que múltiples factores influyen en la composición del microbioma de la piel, como la raza, el sexo, la edad, la alimentación, los niveles hormonales, así como la higiene personal y la exposición ambiental. Todos estos elementos pueden afectar cómo las bacterias responden y protegen frente a los efectos del sol.

Hacia una nueva generación de productos para el cuidado de la piel

Este descubrimiento podría abrir la puerta al desarrollo de nuevas estrategias de protección solar que integren la acción benéfica de estos microorganismos. Marc Vocanson, coautor del estudio, indicó que es la primera vez que se demuestra un vínculo metabólico directo entre la radiación UV, una molécula producida por el cuerpo y el comportamiento bacteriano que afecta el sistema inmunológico.

Este conocimiento podría revolucionar tanto el diseño de protectores solares como el tratamiento de enfermedades inmunológicas, el cáncer de piel y terapias como la fototerapia. La clave estará en entender mejor la interacción entre microbios y cuerpo humano, y cómo aprovechar esta relación en beneficio de la salud dermatológica.

La protección solar sigue siendo necesaria

A pesar de los avances, los especialistas insisten en que el microbioma por sí solo no es suficiente para proteger completamente la piel de los daños solares. El uso de bloqueadores solares sigue siendo fundamental para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro y cáncer de piel.

Lo que esta investigación propone es una visión más integral de la protección solar, en la que se incluyan productos que no solo bloqueen los rayos UV, sino que también fortalezcan la microbiota cutánea. Aunque esta tecnología aún está en desarrollo, podría representar un cambio radical en la forma en que cuidamos nuestra piel.

Un nuevo camino en la ciencia del cuidado de la piel

El hallazgo de que bacterias comunes de la piel pueden mitigar los efectos inmunosupresores de la radiación UV representa un paso importante hacia el desarrollo de protectores solares probióticos. Este enfoque innovador busca trabajar en armonía con el cuerpo humano, aprovechando su ecosistema microbiano natural para mejorar la salud de la piel.

Sin duda, el futuro del cuidado dermatológico estará cada vez más enfocado en la personalización y en la integración del microbioma como un elemento clave para protegernos del entorno.

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