Nuevamente, el Hospital para el Niño Poblano se ve envuelto en una crisis de desabasto en medicamentos, equipamiento y mobiliario.
Lo peor de todo es que el propio secretario general del sindicato de trabajadores, Joaquín Gutiérrez García, aseguró que el hospital está operando con los equipos que se adquirieron durante la administración del ex gobernador Rafael Moreno Valle, mismos que ya son obsoletos y por obviedad, no logran una buena atención a las y los infantes hospitalizados.
Por la parte del desabasto de medicamentos, esto se lo venimos compartiendo desde hace meses, el tema continúa en todas las áreas, pero el foco de alerta se sigue presentando en el área de oncología.
La realidad es que nadie ha hecho nada por este hospital y vamos por partes. El actual gobernador Alejandro Armenta está muy ocupado regalando gorras y sombreros en la Feria de Puebla, no podemos interrumpirlo en este momento, y el ex gobernador Sergio Salomón preparó dos minutas de trabajo en donde se esperaba la basificación de aproximadamente 5 mil trabajadores, además de incrementar los salarios, pero esto aún ni siquiera se ha puesto en la mesa.
Lo único que dejó el ex gobernador Sergio Salomón fue a su primo como director del nosocomio, mismo que no hace absolutamente nada, no da la cara y solo aparece cuando hay eventos para la clásica fotografía que sale en los medios. Se pensaba que tras la llegada de Alejandro Armenta podría nombrar a un director competente, pero no, continúa al frente de este complejo Sergio Jiménez.
Es urgente, que se ponga atención y volteen a ver al Hospital para el Niño Poblano: no hay medicamentos, no hay herramientas para que los médicos puedan hacer su trabajo lo mejor posible. Imagínense cómo la están pasando las más de doscientas niñas y niños hospitalizados en la actualidad.