El óxido nitroso podría ser una nueva esperanza para tratar la depresión resistente
Un reciente estudio publicado en Nature Communications revela que el óxido nitroso, un gas anestésico ampliamente utilizado en medicina, podría tener un efecto antidepresivo significativo. Los hallazgos muestran que este compuesto puede mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión severa resistente, incluso en pacientes que no responden a tratamientos tradicionales.
Un panorama difícil: los tratamientos actuales contra la depresión no siempre funcionan
Aunque existen diversos medicamentos para la depresión, se estima que uno de cada tres pacientes con depresión severa no responde a las terapias convencionales. Además, estos fármacos suelen tardar días o semanas en hacer efecto, lo que deja a los pacientes en una situación vulnerable. Por ello, se busca con urgencia alternativas rápidas, eficaces y seguras.
Una molécula conocida, pero con nuevos usos terapéuticos
El interés por el óxido nitroso ha resurgido debido al éxito clínico de la ketamina, un anestésico que hoy se utiliza también como tratamiento para la depresión y el trastorno de estrés postraumático. Dado que el óxido nitroso también se ha empleado como anestésico durante más de 180 años, con un bajo costo y excelente perfil de seguridad, los investigadores comenzaron a explorar su potencial en salud mental.
Un ensayo clínico de 2021 demostró que una sola sesión de inhalación en dosis bajas de óxido nitroso puede mejorar los síntomas de la depresión resistente, con efectos que duran hasta dos semanas. Esto sorprendió a la comunidad científica, ya que el gas tiene una vida media de solo cinco minutos, lo que hacía difícil explicar sus beneficios prolongados.
Qué ocurre en el cerebro tras la exposición al óxido nitroso
Para entender cómo funciona, un equipo de científicos de las universidades de Pensilvania y Chicago realizó un estudio con ratones utilizando imagen avanzada del calcio, una técnica que permite observar la actividad neuronal en tiempo real mediante sondas fluorescentes.
Los ratones sometidos a estrés crónico —modelo validado de depresión— fueron expuestos al óxido nitroso. Los resultados mostraron que el gas reactiva neuronas clave ubicadas en la corteza cingulada, una región cerebral involucrada en la regulación de las emociones. En condiciones depresivas, estas neuronas permanecen inactivas, pero tras la exposición al óxido nitroso recuperaron su actividad normal y se mantuvieron activas incluso después de que el gas había sido eliminado del cuerpo.
Nuevas vías para tratar la depresión más allá de los receptores NMDA
Hasta ahora, se pensaba que el efecto antidepresivo de sustancias como la ketamina y el óxido nitroso se debía a su acción sobre los receptores NMDA. Sin embargo, este nuevo hallazgo sugiere que el óxido nitroso actúa por un mecanismo diferente y adicional, lo que abre nuevas posibilidades para desarrollar tratamientos más personalizados.
“Estos resultados demuestran que puede haber más de una forma de tratar la depresión”, explica Peter Nagele, profesor de psiquiatría anestésica en la Universidad de Chicago. “Este descubrimiento amplía nuestra comprensión y nos permite explorar múltiples ángulos para enfrentar este desafío clínico”.
Óxido nitroso: un avance prometedor para la salud mental
Aunque aún se requieren más ensayos clínicos, este estudio ofrece una base sólida para investigar nuevos fármacos que puedan imitar los efectos del óxido nitroso. En un país como México, donde miles de personas enfrentan depresión severa resistente, este tipo de hallazgos representa una oportunidad esperanzadora para mejorar la calidad de vida de los pacientes.