México enfrenta una crisis silenciosa: casi 2 millones de casos por enfermedades intestinales en 2025

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1 julio, 2025
| Enfermedades
La falta de agua potable y la infraestructura sanitaria deficiente en zonas marginadas incrementan aún más el riesgo. La falta de higiene básica, el acceso limitado a servicios médicos y el consumo de alimentos contaminados hacen que miles de personas sufran de infecciones intestinales de forma recurrente.

La falta de prevención, el saneamiento deficiente y la mala alimentación agravan las enfermedades digestivas en el país

La salud intestinal se ha convertido en un foco de alerta en México. Según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE), durante 2025 se han registrado ya más de 1.9 millones de casos de enfermedades infecciosas del aparato digestivo, lo que representa un reto urgente para el sistema de salud pública.

Esta cifra pone en evidencia un problema estructural que va más allá del malestar físico. Se trata de una situación que impacta la calidad de vida, la productividad laboral, el gasto en medicamentos, hospitalizaciones y, por ende, representa una carga económica silenciosa pero importante para el país.


Las zonas urbanas concentran miles de casos de enfermedades intestinales

Tan solo el Estado de México y la Ciudad de México han reportado más de 117 mil casos en lo que va del año. Estas cifras reflejan cómo las grandes concentraciones urbanas son especialmente vulnerables a este tipo de enfermedades, debido a factores como la densidad poblacional, el estrés diario y los hábitos alimenticios poco saludables.


La microbiota intestinal: el escudo natural que se está debilitando

El cuerpo humano cuenta con una poderosa defensa natural: la microbiota intestinal, compuesta por billones de microorganismos que ayudan a producir vitaminas, fortalecer el sistema inmune y hasta regular el estado de ánimo.

Sin embargo, este equilibrio se rompe fácilmente con factores cada vez más comunes en nuestra vida diaria:

  • El exceso de alimentos ultraprocesados

  • La falta de fibra y vegetales en la dieta

  • El uso excesivo de antibióticos sin supervisión médica

  • El estrés crónico y la deshidratación

Esta alteración se conoce como disbiosis intestinal, y es la puerta de entrada a muchas enfermedades digestivas.


El papel de los probióticos y la necesidad de actuar desde la prevención

Una de las estrategias más efectivas para restaurar la salud intestinal es el uso de probióticos, especialmente aquellos capaces de sobrevivir el paso por el estómago y llegar activos al intestino.

Un ejemplo son las esporas de Bacillus clausii, en cepas como O/C, N/R, T y SIN, que fortalecen la barrera intestinal, combaten bacterias dañinas y ayudan a restablecer el equilibrio de la flora intestinal.


Comunidades rurales, las más vulnerables ante la falta de agua y saneamiento

La falta de agua potable y la infraestructura sanitaria deficiente en zonas marginadas incrementan aún más el riesgo. La falta de higiene básica, el acceso limitado a servicios médicos y el consumo de alimentos contaminados hacen que miles de personas sufran de infecciones intestinales de forma recurrente.


¿Qué hacer ante esta crisis? Urgen políticas públicas y educación en salud digestiva

Expertos y organismos de salud coinciden en que es fundamental actuar desde la prevención. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Llevar una alimentación equilibrada, rica en fibra, frutas y verduras

  • Mantener una hidratación adecuada

  • Hacer actividad física de manera regular

  • Reducir el estrés y evitar la automedicación

Además, es fundamental que las autoridades impulsen campañas educativas que fomenten hábitos saludables y mejoren el acceso a servicios básicos como el agua potable, especialmente en las regiones más vulnerables.


México enfrenta un reto, pero también tiene las herramientas para resolverlo

Con casi 2 millones de casos registrados, México enfrenta el desafío de mejorar las condiciones que afectan directamente la salud digestiva de su población. Existen recursos, tecnología, información y voluntad científica, pero es necesario que se traduzcan en acciones concretas.

La salud intestinal no debe tratarse como un lujo, sino como una prioridad nacional.


Con información de: www.infobae.com

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