El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrece una gran cantidad de servicios para sus asegurados, pero existen cirugías y tratamientos que no están cubiertos, por lo que es importante conocerlos para evitar malentendidos o inconvenientes económicos inesperados.
Actualmente, el IMSS no cubre cirugías plásticas con fines estéticos, como rinoplastia, aumento de busto o liposucción. Tampoco se otorgan tratamientos para la infertilidad, ni se incluyen lentes de contacto, anteojos o aparatos auditivos, salvo en casos autorizados por discapacidad. Además, se niegan los servicios dentales no urgentes, como limpiezas o tratamientos electivos, así como cirugías oftalmológicas para defectos visuales como la cirugía refractiva de astigmatismo o miopía.
Es importante destacar que no se incluye la atención médica derivada de intentos de suicidio, trastornos de conducta o aprendizaje, salvo que exista un diagnóstico psiquiátrico formal y exámenes médicos con fines preventivos. Por ejemplo, si se requiere un chequeo general de salud o un trámite como un certificado escolar o laboral, estos servicios no están cubiertos.