Una nueva inmunoterapia logra la desaparición del cáncer en pacientes con una mutación genética específica
Una terapia inmunoablativa basada en un anticuerpo humanizado de ratón ha conseguido que desaparezca el cáncer en 84 personas con una mutación genética concreta. Este innovador tratamiento ha demostrado una efectividad sin precedentes en tumores sólidos como los de recto, esófago, estómago, colon, hígado, vejiga, útero y próstata.
Resultados sobresalientes en pacientes con tumores localmente avanzados
El estudio fue liderado por los oncólogos Andrea Cercek y Luis Alberto Díaz, del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York, y publicado el 27 de abril en la revista New England Journal of Medicine. En total, se trataron 103 pacientes sin metástasis, con tumores localmente avanzados. De ellos, 84 experimentaron una desaparición aparente del cáncer, mientras que el resto mostró una reducción significativa del tumor.
En los 49 pacientes con cáncer de recto, no se detectaron signos de la enfermedad tras el tratamiento. En los otros 54 pacientes con tumores en otras partes del cuerpo, aproximadamente dos de cada tres tuvieron una respuesta completa, es decir, sin rastros detectables de cáncer.
¿Qué es el dostarlimab y cómo actúa esta inmunoterapia?
El medicamento utilizado es dostarlimab, un anticuerpo monoclonal humanizado desarrollado por la biotecnológica estadounidense AnaptysBio y comercializado por GlaxoSmithKline. Se trata de una proteína defensiva derivada de un ratón, modificada genéticamente para actuar en humanos. Se produce en células de ovario de hámster chino.
Su funcionamiento se basa en bloquear la proteína PD-1, que actúa como un freno del sistema inmunológico. Al inhibir esta proteína, el sistema inmune puede atacar con mayor fuerza las células tumorales. Este principio fue descubierto en 1992 por el científico japonés Tasuku Honjo, quien recibió el Premio Nobel de Medicina en 2018 por su trabajo sobre la inmunoterapia.
La importancia de la mutación genética en la eficacia del tratamiento
Los investigadores seleccionaron a pacientes con una mutación genética conocida como deficiencia en la reparación de errores de emparejamiento (dMMR), que hace que sus tumores sean especialmente sensibles a los inhibidores de PD-1 como el dostarlimab. Esta mutación está presente en un 5-10% de los tumores de recto y en un 2-10% de otros tipos de cáncer sólido.
Casos reales que reflejan el éxito clínico
Entre los pacientes tratados se encuentra Maureen Sideris, una mujer de 71 años con cáncer gastroesofágico. Tras recibir el tratamiento con dostarlimab cada tres semanas durante seis meses, su tumor desapareció completamente en pruebas de imagen y biopsias. Otro caso destacado es el de Sascha Roth, la primera paciente voluntaria en este ensayo, cuyo tumor de recto remitió de forma tan rápida que sorprendió incluso a los médicos.
Un tratamiento costoso, pero que podría ahorrar más a largo plazo
El tratamiento con dostarlimab no es económico. Una sola dosis cuesta más de 5,000 euros, y el tratamiento completo puede alcanzar los 50,000 euros por paciente. Sin embargo, el oncólogo Luis Alberto Díaz argumenta que a largo plazo puede representar un ahorro considerable al evitar quimioterapia, radioterapia y cirugía, tratamientos más agresivos y costosos.
Apoyo institucional y seguimiento a largo plazo
El ensayo clínico recibió financiación del Instituto Nacional del Cáncer, de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU., de GlaxoSmithKline y de organizaciones benéficas como Swim Across America. Los pacientes tratados tienen entre 26 y 87 años. Aunque los resultados son muy alentadores, los investigadores advierten que es necesario seguir observando a los pacientes, especialmente en casos no rectales, cuyo seguimiento promedio ha sido de apenas 15 meses.
La terapia inmunoablativa como un posible cambio de paradigma en oncología
La oncóloga Ana Fernández Montes, del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense y miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica, califica estos resultados como un “cambio de paradigma”. El término terapia inmunoablativa, acuñado por Díaz, hace referencia a la eliminación del cáncer mediante inmunoterapia, sin necesidad de cirugía, radiación ni quimioterapia. Esto reduce efectos secundarios graves, como la infertilidad o amputaciones, y mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Aunque todavía se requieren más estudios a largo plazo para confirmar su eficacia definitiva, esta estrategia representa un avance esperanzador en el tratamiento del cáncer, con el potencial de cambiar la forma en que se enfrentan muchos tipos de tumores sólidos en el futuro.