México enfrenta una crisis de salud pública derivada del aumento alarmante de sobrepeso y obesidad en todas las edades. Este problema no solo afecta la salud de los individuos, sino también el desarrollo económico del país. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2022), los índices de obesidad han crecido de manera sostenida en las últimas décadas, pese a las políticas públicas implementadas.
cifras alarmantes: sobrepeso y obesidad en México según Ensanut
Aumento en menores de edad: niños y adolescentes en riesgo
Entre los menores de 5 a 11 años, el sobrepeso incrementó en un 7 % desde 2006, alcanzando un 37.3 % en 2022. Para adolescentes de 12 a 19 años, el crecimiento fue del 24 %, con un 41.1 % afectado. Esto sugiere que el problema comienza desde edades tempranas y tiene repercusiones a lo largo de la vida.
Adultos y mujeres con mayores índices de obesidad
En adultos mayores de 20 años, la prevalencia de sobrepeso y obesidad alcanza un 75.2 %, siendo 76.8 % en mujeres, lo que subraya una desigualdad de género en el impacto de esta crisis.
las raíces del problema: impacto del tlcan y los alimentos ultraprocesados
El académico Agustín Rojas Martínez, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, destaca que las raíces del problema se remontan a la década de 1990, con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este acuerdo cambió los patrones de consumo al facilitar la transición de una alimentación tradicional agropecuaria a una basada en productos industrializados y ultraprocesados, que resultan más baratos pero menos saludables.
el impacto económico y social de la obesidad en méxico
Menor calidad de vida y productividad
Los niños con obesidad tienen una esperanza y calidad de vida reducida, lo que impacta directamente su rendimiento laboral y aumenta la demanda de atención médica en la edad adulta.
Fracaso de las políticas públicas actuales
Aunque se han implementado medidas como la restricción de comida chatarra en escuelas y los impuestos a alimentos ultraprocesados, no han logrado frenar el crecimiento de la obesidad. Esto se debe a que estas políticas no consideran factores estructurales como el bajo ingreso familiar, que limita el acceso a alimentos frescos y saludables.
Si la tendencia actual persiste, se estima que para 2050 el 90 % de la población mexicana padecerá sobrepeso u obesidad. Ante esta alarmante proyección, es necesario repensar las políticas públicas para adoptar un enfoque integral que tome en cuenta:
- Factores territoriales y económicos que influyen en la oferta alimentaria.
- Acceso a alimentos saludables para familias de bajos ingresos.
- Colaboración multisectorial entre los sectores de salud, alimentación y economía.
La obesidad no es solo una cuestión de responsabilidad individual, sino un desafío social, concluye el académico, que requiere una respuesta coordinada para garantizar un futuro más saludable para México.
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Con información de heraldodemexico.com.mx