Un estudio revela que las mascotas son tan buenas para la salud mental como un cónyuge
Un nuevo estudio sugiere que tener una mascota, como un perro o un gato, puede aumentar la satisfacción de vida de manera tan significativa como ganar hasta 100,000 dólares más al año. Este descubrimiento resalta cómo las mascotas pueden desempeñar un papel fundamental en la lucha contra la soledad y mejorar el bienestar emocional, al igual que el contacto regular con amigos o familiares.
¿Cómo las mascotas impactan nuestra satisfacción de vida?
Los expertos han relacionado durante mucho tiempo la tenencia de mascotas con una reducción del estrés y un aumento en los niveles de felicidad. Sin embargo, la pregunta de si tener un perro o un gato realmente mejora la satisfacción de vida o si las personas naturalmente felices tienden a tener mascotas seguía siendo un misterio. El reciente estudio aclara esta cuestión y demuestra que las mascotas son las que realmente mejoran nuestras vidas.
“La pregunta de si las mascotas nos hacen felices puede responderse con un rotundo ‘sí’”, afirma Adelina Gschwandtner, PhD, profesora de economía en la Universidad de Kent y una de las autoras del estudio.
¿Qué tan valiosa es una mascota para nuestra felicidad?
Los investigadores han cuantificado el impacto positivo de tener una mascota. Según el estudio, tener un perro o un gato puede ser tan beneficioso para la satisfacción de vida como recibir hasta 92,655 dólares anuales (al tipo de cambio actual, aproximadamente £70,000). Este valor se compara con los efectos de grandes decisiones de vida, como el matrimonio o vivir en pareja.
Además, los expertos sostienen que estos hallazgos podrían influir en políticas públicas que fomenten la inclusión de mascotas en programas de salud mental y en la creación de leyes de vivienda amigables con los animales.
El vínculo entre mascotas y bienestar: ¿un problema de salud pública?
La doctora Ashwini Nadkarni, profesora asistente de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, quien no participó en la investigación, afirma que los resultados tienen implicaciones importantes para la salud pública. “La soledad es una epidemia importante y una crisis de salud pública”, dijo. Incorporar mascotas en programas comunitarios podría ser una manera eficaz de mejorar la salud mental y el bienestar general.
Metodología del estudio: ¿cómo se llegó a estos resultados?
El estudio se basó en datos de la Encuesta Longitudinal del Hogar del Reino Unido, que recopiló respuestas sobre la tenencia de mascotas, características de personalidad y satisfacción de vida en distintos años. En total, participaron 2,617 respuestas de 769 personas.
Para determinar si realmente las mascotas tienen un impacto directo en la felicidad, los investigadores controlaron factores como edad, sexo, nivel educativo, estado civil, ingreso mensual y el número de hijos en el hogar. También se ajustaron por diferencias en las personalidades, ya que descubrieron que las personas con mascotas tienden a ser más abiertas, conscienzudas y extrovertidas.
El análisis de variables instrumentales
Una herramienta clave utilizada por los investigadores fue la variable instrumental, que ayuda a desenredar las relaciones causales. En este caso, la variable fue la frecuencia con la que una persona cuida la casa de su vecino cuando está ausente. Este comportamiento está relacionado con la tenencia de mascotas, pero no necesariamente con la felicidad. Si las personas que cuidaban la casa de sus vecinos también se sentían más felices, esto sugeriría que tener una mascota podría ser la causa de su bienestar.
Las implicaciones del estudio: más allá de la satisfacción personal
Para aquellos que ya tienen mascotas, los resultados del estudio pueden no ser una sorpresa. Sin embargo, Claudia Giolitti-Wright, terapeuta licenciada en matrimonio y familia, señala que desde una perspectiva de políticas públicas, estos hallazgos son significativos. “Asignar un valor monetario al bienestar emocional hace que los resultados sean más digeribles para las instituciones y tomadores de decisiones que suelen basarse en modelos económicos”, explicó.
Aplicaciones en políticas públicas y decisiones sociales
Por ejemplo, los resultados podrían ser utilizados para comparar cuánto contribuyen las mascotas al bienestar, un concepto abstracto, con el costo de iniciativas concretas, como la construcción de un parque. Además, el estudio podría tener un impacto en la legislación relacionada con las mascotas. En el Reino Unido, por ejemplo, se está considerando una propuesta en el Parlamento para tratar a las mascotas como seres vivos y no como propiedad en los procedimientos civiles y familiares.
La tenencia de mascotas y el acceso a la vivienda
Los resultados también podrían influir en las políticas de vivienda. Los propietarios que actualmente prohíben que los inquilinos tengan mascotas podrían reconsiderar estas restricciones. “Facilitar el acceso a las mascotas es beneficioso para nuestra satisfacción de vida, tiene un alto valor y debe ser fomentado”, concluyó Gschwandtner.