Un reciente estudio sugiere que las personas con depresión tienden a preferir alimentos ricos en carbohidratos, como el pan, el arroz y los dulces, independientemente de su menor apetito. Este hallazgo podría ofrecer nuevas vías para tratar la depresión y comprender mejor su impacto en el comportamiento alimentario.
Depresión y su impacto en los hábitos alimenticios
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que aproximadamente 280 millones de personas en todo el mundo sufren de depresión, lo que representa el 3.8% de la población mundial. Los efectos de esta condición pueden variar significativamente, ya que algunos pacientes son incapaces de realizar sus actividades diarias, mientras que otros continúan con su rutina normal, aunque con ciertos trastornos. Sin embargo, en todos los casos, la depresión afecta también los hábitos alimenticios, especialmente en aquellos que padecen una forma más grave de la enfermedad.
El comportamiento alimentario en personas con depresión
Las personas que sufren de depresión grave presentan cambios en su apetito, que van desde una pérdida total de las ganas de comer hasta la búsqueda constante de ciertos tipos de alimentos. Según un estudio reciente, incluso cuando los pacientes deprimidos no sienten hambre, su preferencia por los alimentos ricos en carbohidratos es notable. Alimentos como fideos, pasteles y el pan se encuentran entre sus opciones favoritas.
Nils Kramer, coautor del estudio y catedrático de Psicología Médica de la Universidad de Bonn, Alemania, explica que aunque muchos pacientes deprimidos se quejan de la disminución del apetito, algunos desarrollan intensos antojos por los dulces. Este comportamiento no solo se había observado, sino que ahora se encuentra relacionado con la necesidad del cerebro de producir una sensación de recompensa, algo que podría utilizarse para mejorar los tratamientos para la depresión.
El cerebro y su deseo de la “hormona de la felicidad”
El estudio también exploró cómo los carbohidratos afectan el cerebro de los pacientes deprimidos. Para ello, los investigadores mostraron imágenes de alimentos a 54 sujetos deprimidos y 63 personas saludables, pidiéndoles que calificaran cuánto deseaban o les gustaban esos alimentos. Los resultados indicaron que las personas con depresión mostraban una preferencia notable por los alimentos con carbohidratos, como los productos lácteos y el chocolate, en comparación con alimentos ricos en grasas o proteínas.
El papel de los carbohidratos en el sistema cerebral
Los carbohidratos son una fuente clave de energía para el cerebro y el sistema nervioso. Además, se ha comprobado que estos influyen en el sistema de recompensa cerebral, promoviendo la liberación de serotonina, un neurotransmisor que juega un papel crucial en la regulación del estado de ánimo. Los investigadores sugieren que los fuertes antojos de carbohidratos en los pacientes deprimidos podrían estar relacionados con la necesidad de su cerebro de liberar serotonina, lo que les brinda una sensación de bienestar.
El microbioma intestinal y su influencia en la depresión
Otro hallazgo importante del estudio es el impacto del microbioma intestinal en las preferencias alimentarias de las personas con depresión. Los investigadores observaron que, en estos pacientes, la diversidad de bacterias intestinales beneficiosas se reducía, mientras que las bacterias que causan inflamación aumentaban. Estos cambios en el microbioma podrían influir en la producción de neurotransmisores, lo que a su vez afecta el estado de ánimo y las preferencias alimentarias.
Lily Truong, quien dirigió el estudio, señala que la relación entre el intestino y el cerebro podría ser clave para el tratamiento de la depresión. Los primeros estudios han demostrado que el consumo de probióticos, como los lactobacilos y las bifidobacterias, podría mejorar el entorno intestinal y, por lo tanto, ayudar a controlar los síntomas depresivos. Asimismo, el ayuno temporal también podría tener beneficios para la salud intestinal y, de forma indirecta, para el bienestar emocional.
Nuevas estrategias para tratar la depresión a través de la dieta
El equipo de investigación espera que este enfoque permita incorporar la dieta como una herramienta más en el tratamiento de la depresión. Al examinar cómo las preferencias alimentarias cambian con el tiempo, los investigadores buscan entender mejor la evolución de los síntomas depresivos a lo largo del tratamiento. Además, estudian la posibilidad de que la optimización dietética pueda contribuir a una mejora continua en los síntomas de los pacientes deprimidos.
La conexión entre la salud intestinal, los antojos alimentarios y el bienestar emocional abre nuevas puertas en la búsqueda de tratamientos más eficaces y personalizados para la depresión.