La recomendación de Robert F. Kennedy, Secretario de Salud de EE. UU., sobre el tratamiento del sarampión ha generado controversia. En lugar de promover las vacunas como la triple vírica, que previene el sarampión, la rubeola y las paperas, Kennedy aboga por el uso de vitamina A y aceite de hígado de bacalao como parte de un tratamiento alternativo. Este enfoque se está promoviendo en medio de un brote de sarampión en el sur de Estados Unidos, con epicentro en Texas y Nuevo México.
El brote de sarampión en EE. UU.: Un aumento alarmante de casos
El sarampión, una enfermedad que se consideraba erradicada en EE. UU. desde el 2000, ha resurgido con fuerza en las últimas semanas. Desde finales de enero de 2025, se han registrado 160 casos de sarampión en Texas, de los cuales 22 han requerido hospitalización. En el condado de Gaines, donde comenzó el brote, se están enviando grandes cantidades de vitamina A para tratar la enfermedad, según las recomendaciones del propio Kennedy.
La falta de vacunación y el riesgo de brotes
El aumento de casos de sarampión está directamente relacionado con la caída en las tasas de vacunación en algunas comunidades. En el condado de Gaines, solo el 82% de los niños en edad preescolar han recibido la vacuna contra el sarampión, muy por debajo del umbral del 95% necesario para lograr la inmunidad de rebaño. A nivel nacional, la tasa de vacunación infantil también ha caído, lo que ha generado una ventana de vulnerabilidad para el brote de sarampión y otras enfermedades prevenibles.
¿Qué propone Robert F. Kennedy para el tratamiento del sarampión?
Robert F. Kennedy, conocido por sus posiciones antivacunas, ha sugerido un enfoque alternativo para el tratamiento del sarampión, destacando el uso de aceite de hígado de bacalao como fuente natural de vitaminas A y D. Según Kennedy, los médicos de Texas han obtenido “muy buenos resultados” al combinar este suplemento con un corticosteroide como la budesónida y el antibiótico claritromicina, utilizado para combatir infecciones bacterianas secundarias.
Recomendación sin evidencia científica suficiente
Aunque el tratamiento con aceite de hígado de bacalao puede ser beneficioso para la salud en general debido a su contenido en vitaminas, no hay evidencia científica sólida que respalde su efectividad específica contra el sarampión. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) siguen recomendando la vacunación como el medio más seguro y eficaz para prevenir el sarampión.
La caída en la tasa de inmunización: un problema creciente en EE. UU.
La caída en las tasas de vacunación no solo afecta al sarampión, sino que también ha provocado un resurgimiento de otras enfermedades prevenibles. En 2024, se registraron 35,000 casos de tosferina, el mayor número en más de una década. De igual manera, la protección contra enfermedades como la difteria, el tétanos y la polio también ha disminuido en más de 30 estados.
La influencia del movimiento antivacunas
El movimiento antivacunas, en el que figura Robert F. Kennedy, ha tenido un impacto negativo en la inmunización infantil en EE. UU. Las teorías conspirativas que vinculan las vacunas con el autismo, a pesar de que no hay evidencia científica que lo respalde, siguen siendo promovidas por algunos grupos. Esto ha causado una pérdida de confianza en las vacunas y ha aumentado las tasas de enfermedades evitables en el país.
Impacto de la desinformación sobre la salud pública
El rechazo a las vacunas y la desinformación sobre su seguridad y eficacia están provocando una crisis de salud pública en EE. UU. Una madre de Seminola, Texas, expresó en una entrevista: “No vamos a perjudicar a nuestros hijos solo para poder salvar a los tuyos”, refiriéndose a su negativa a vacunar a sus hijos por los riesgos que, según ella, implican las vacunas. Este tipo de actitudes refleja el creciente desafío de la desinformación sobre la salud.
Consecuencias del escepticismo hacia la vacunación
A medida que aumenta el número de personas no vacunadas, las enfermedades prevenibles como el sarampión y la poliomielitis están volviendo a aparecer. Por ejemplo, en 2022, un caso de poliomielitis se detectó en Nueva York en un hombre adulto que no había recibido la vacuna. Además, el brote de sarampión en la ciudad de Nueva York durante 2018-2019 afectó principalmente a comunidades que rechazan las vacunas.
¿Cuál es la solución a esta crisis?
El resurgimiento de enfermedades prevenibles, como el sarampión y la polio, se debe principalmente a la disminución de las tasas de vacunación en muchas áreas de EE. UU. Para evitar que estas enfermedades sigan propagándose, los expertos en salud pública insisten en la importancia de vacunarse. La alternativa propuesta por Kennedy, que consiste en usar suplementos como el aceite de hígado de bacalao y vitamina A, no está respaldada por la comunidad científica como un sustituto de la inmunización.
La vacunación sigue siendo la medida más eficaz para proteger a los niños y a las comunidades de enfermedades peligrosas como el sarampión. Es fundamental que las autoridades y los profesionales de la salud continúen educando al público sobre los beneficios de las vacunas para frenar la propagación de brotes y garantizar la salud pública en el futuro.
