El cerebro y su capacidad para suprimir el miedo: Avances clave en el tratamiento del estrés postraumático

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8 febrero, 2025
| Salud mental
Salud FM
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Un estudio científico revela cómo el cerebro aprende a suprimir el miedo, un hallazgo clave que podría transformar el tratamiento del estrés postraumático y las fobias

Un reciente estudio realizado por científicos del Centro de Bienestar de Sainsbury (SWC) ha revelado un mecanismo cerebral que ayuda a los animales a suprimir el miedo instintivo. Este hallazgo podría tener un impacto significativo en el tratamiento de trastornos como el estrés postraumático y la ansiedad, que afectan a miles de personas alrededor del mundo.

El miedo instintivo y cómo el cerebro responde a las amenazas

El miedo es una de las reacciones más primitivas del cerebro. Se activa como respuesta a amenazas inmediatas y prepara al organismo para reaccionar rápidamente, ya sea luchando o huyendo. Un ejemplo común de miedo instintivo es el miedo a las alturas, que nos aleja de situaciones peligrosas, como un acantilado.

Este tipo de miedo es instintivo y, aunque útil para la supervivencia, puede ser difícil de manejar. En muchos casos, las personas pueden superar ciertos miedos si se enfrentan repetidamente a una situación peligrosa y sobreviven. Por ejemplo, un paracaidista aprenderá a enfrentar el miedo a las alturas con el tiempo, tras varias experiencias.

El descubrimiento del mecanismo cerebral que inhibe el miedo

Un equipo de investigadores del SWC ha logrado identificar una zona específica en el cerebro de los ratones que está involucrada en la supresión del miedo. En su estudio, los científicos descubrieron que el núcleo geniculado ventrolateral (vGLN) es una región crucial para inhibir las reacciones de miedo en los animales.

El vGLN se comunica con las áreas visuales de la corteza cerebral, procesando la información visual y ayudando a entender si una situación peligrosa es, en realidad, un falso peligro. Es decir, el cerebro aprende que ciertos estímulos, aunque inicialmente amenazantes, no son realmente riesgosos.

Cómo la corteza visual y el vGLN trabajan juntos para superar el miedo

A través de este experimento, los científicos descubrieron que la corteza visual envía información al vGLN, que almacena estos recuerdos y los utiliza para modificar las respuestas de miedo ante situaciones futuras. Este descubrimiento desafía la visión tradicional de que la corteza cerebral es la principal responsable del aprendizaje y la memoria.

Según Sonja Hofer, coautora del estudio, “nuestros resultados revelan que la vGLN subcortical, y no la corteza visual, en realidad almacena recuerdos cruciales para inhibir el miedo, lo que permite a los animales adaptar comportamientos instintivos”. Esto abre nuevas puertas para comprender cómo el cerebro puede aprender a manejar el miedo.

Implicaciones para el tratamiento del estrés postraumático y las fobias

Este hallazgo tiene enormes implicaciones para tratar trastornos como el estrés postraumático (TEPT) y las fobias. Las personas que sufren de TEPT experimentan respuestas químicas y eléctricas similares a las de una situación de alto riesgo, incluso cuando no hay peligro real. Por ejemplo, alguien que ha tenido un accidente de auto puede sentir pánico al subirse nuevamente a un vehículo.

Comprender cómo el cerebro supresa el miedo a través de la interacción entre el vGLN y las áreas visuales puede ser clave para el desarrollo de tratamientos más efectivos para estas personas. Refuerzos terapéuticos dirigidos a fortalecer esta ruta neuronal podrían ofrecer una solución prometedora en el tratamiento de fobias y trastornos de ansiedad

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