Científicos debaten sobre la existencia de un microbioma cerebral y su impacto en el alzhéimer

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17 febrero, 2025
| Enfermedades
Salud FM
Foto: Clínica Pérez Espinosa
Un estudio reciente sugiere la presencia de bacterias en el cerebro de peces, abriendo el debate sobre la existencia de un microbioma cerebral y su relación con enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer

La posibilidad de un microbioma cerebral ha generado una gran discusión entre científicos. En particular, su relación con enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer, se ha vuelto un tema de interés. Algunos investigadores creen que las bacterias podrían jugar un papel clave en la salud cerebral, mientras que otros se muestran escépticos. Esta controversia se intensifica con estudios recientes que han encontrado microorganismos en los cerebros de diferentes animales y en humanos, pero ¿realmente hay un microbioma cerebral en los cerebros sanos?

El descubrimiento inicial en peces: bacterias en el cerebro

En 2024, la inmunóloga Irene Salinas, de la Universidad de Nuevo México (EE. UU.), presentó un estudio en el que revelaba la presencia de bacterias en los cerebros de peces sanos. A pesar de que el cerebro, protegido por la barrera hematoencefálica, se consideraba libre de microbios, la investigación de Salinas muestra lo contrario. Su hallazgo en salmón y trucha sugiere que algunos peces podrían albergar un microbioma cerebral, aunque se limita a esta especie y requiere más investigación para determinar si es común en otros vertebrados.

El estudio de Salinas fue considerado por algunos como la primera evidencia sólida de un microbioma cerebral en los peces. Sin embargo, este trabajo ha sido objeto de críticas y es rechazado por otros expertos, que sugieren que los resultados podrían ser el resultado de contaminación o artefactos durante el proceso experimental. La comunidad científica sigue dividida sobre la validez de estos descubrimientos.

Debate científico sobre la existencia de un microbioma cerebral en los humanos

La posibilidad de que los humanos tengan un microbioma cerebral es otro tema de debate. Investigaciones previas en cerebros humanos, especialmente en pacientes con VIH o alzhéimer, han detectado la presencia de microbios, como bacterias y hongos, que podrían estar asociados con enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, algunos científicos argumentan que la detección de estos microbios en cerebros enfermos podría estar relacionada con el deterioro de la barrera hematoencefálica, que se debilita con la edad o la enfermedad, permitiendo la infiltración de microorganismos, pero no necesariamente sugiere la existencia de un microbioma cerebral saludable.

La hipótesis de las infecciones como origen de enfermedades neurodegenerativas

En los últimos años, algunos estudios han apuntado a que infecciones bacterianas o virales podrían estar involucradas en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. Investigaciones sobre microbios en el cerebro de pacientes con demencia han mostrado que algunas bacterias, hongos y virus, incluidos los que causan enfermedades como neumonía, úlcera gástrica y acné, podrían estar presentes en estos cerebros. Además, un estudio reciente sobre el uso de antibióticos, antivirales y vacunas ha sugerido que la prevención de infecciones podría reducir el riesgo de desarrollar estas enfermedades.

El punto de vista escéptico: ¿realmente un microbioma cerebral sano?

A pesar de los hallazgos que sugieren una relación entre microbios y enfermedades neurodegenerativas, algunos expertos, como Mark Pallen, investigador del Quadram Institute en el Reino Unido, rechazan la idea de un microbioma cerebral en el sentido de una comunidad microbiana residente en cerebros humanos sanos. Pallen argumenta que, aunque algunos estudios sobre el microbioma en cerebros de peces son interesantes, los resultados podrían explicarse por la contaminación de las muestras o infiltraciones transitorias que no representan comunidades bacterianas estables.

Implicaciones para la salud y futuras investigaciones

A pesar de los debates, la investigación sobre el microbioma cerebral tiene implicaciones potencialmente revolucionarias para nuestra comprensión de enfermedades como el alzhéimer y otros trastornos neurológicos. Irene Salinas defiende sus resultados, asegurando que los controles experimentales fueron exhaustivos y que la presencia de bacterias en el cerebro de los peces es real. Sin embargo, queda claro que este campo está en sus primeras etapas, y se necesitarán más estudios para determinar la existencia de un microbioma cerebral en humanos y su posible relación con enfermedades.

La barrera hematoencefálica y su papel en la protección del cerebro

La barrera hematoencefálica es una red de células que protege el cerebro de sustancias y microorganismos que podrían causar daño. A medida que envejecemos o en enfermedades como el alzhéimer, esta barrera se debilita, lo que puede permitir la entrada de microbios. Sin embargo, como advierte el profesor Christopher Link de la Universidad de Colorado en Boulder, la presencia de microbios en cerebros envejecidos no necesariamente implica la existencia de un microbioma cerebral sano.

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